Llame a la empresa para decirles lo ocurrido y que al menos necesitaba una semana para el entierro y el papeleo. No me pusieron ninguna pega, pero es posible que tendría que venir mas adelante, tenia que arreglar el asunto de la herencia y ver que hacia ahora con aquella casa. Como el hombre oscuro no comulgaba con la iglesia, no hice misa. Y no recuerdo si su familia, o lo que le quedaba de ella, le hicieron, no recuerdo muchas de las cosas que pasaron esos días que estuve después de que muriera. Por mediación de la amiga de mi madre, supe que la urna con sus restos fue depositada donde yacía la mujer a la que tanto hizo sufrir, mi madre. Eso me dolió, por injusto y por esperpéntico, pero así quedo el asunto. Sin embargo, en mi subconsciente tenia otra película dibujada, algo que tal vez quise creerme y que deseaba : " Yo me llevaba la urna de camino a Bilbao y en lo alto del Puerto del Manzanal la lanzaba rodando monte abajo hasta el estercolero que estaba al fondo del precipicio ". Regrese dejando la casa cerrada, pero sabia que tenia que hacer mas de un viaje para arreglar papeles y algo que tenia pensado desde el primer momento, ponerla a la venta cuanto antes.
Con Sara las cosas iban de mal en peor por culpa de la cama y otras cuestiones. Me harte de ser yo quien siempre comenzaba los juegos para follar. Quien la despertaba a las mañanas comiéndola toda. Quien viendo la tele tumbados en el sofá le hacia masajes en los pies. Quien de vez en cuando decía un Te quiero. Y deje de hacerlo para ver si reaccionaba y se daba cuenta de que estaba siendo muy egoísta y de que a mi también me gustaban esas cosas. Comencé por dejar de hacerle masajes en los pies argumentando que no me apetecía que me hiciera ella a mi. Su contestación : Pero es que a ti te gusta dar. La mía, y recibir también mi amor. Y así quedo, no hubo masaje. Después nos metiamos en la cama yo me daba la media vuelta me ponía los cascos de música y a dormir. De repente, encendía la luz y me decía ¿ A ti pasa algo ?. No me pasa nada le contestaba. Tres días así, hasta que explote. ¡ Me pasa que estoy hasta los cojones de dar y por supuesto también me gusta recibir. Y considero que eres muy egoísta y además consciente de ello !. El que supiéramos los dos que ninguno estaba enamorado del otro, el que nos hubiéramos casado por impulso y por sexo y cada uno con sus particulares huidas, no era eximente como para no llevar un buen rollo de afectos compartidos. Sara no era cariñosa ni besucona, eso lo sabia e incluso me gustaba, pero hay momentos en que hay que darse cuenta cuando la otra persona grita un abrazo, un beso o un te quiero y ella ni estaba, ni se le esperaba reacción.
Compramos un ordenador de mesa para utilizarlo compartidamente para nuestros trabajos. Para mi también fue un escape, cuando Sara se iba a la cama yo comencé a quedarme con la escusa de hacer papeleo, pero lo que hacia era chatear. Era la primera vez que lo hacia y me molaba, no solo por chatear con otras mujeres, sino porque me parecía divertido. La situación se fue haciendo irreversible, los dos sabíamos que aquello estaba finiquitado pero ninguno se atrevía a dar el paso de la ruptura. Pasa siempre, es mas podría decir que incluso en alguna ocasión se asomo el odio mutuo cuando había reacciones agresivas o soberbias por su parte y algunas veces por la mía.. Y eso ya no me gustaba ni un poco, aquello ya lo había vivido demasiadas veces desde muy pequeño y había que dar el paso. Así que un día de Noviembre del 2001 tomo la decisión y decido hablar con ella. Recuerdo que nos sentamos un Viernes a las siete de la tarde y eran las cuatro de la mañana cuando nos íbamos a la cama. Hicimos un recuento de los dos años juntos entre risas y sombras y llegamos convencidos - o eso creía yo - de que aquello estaba muerto y lo mejor era separar nuestras vidas.
Como la casa heredada ya estaba a la venta y no tardaría mucho en venderla, decidí marcharme del piso que tenia alquilado y dejar que ella se quedara allí viviendo. Me fui a vivir a la calle Lersundi, frente al conocidísimo bar de un personaje de Bilbao conocido como La Otxoa. El piso no era muy grande, salvo la habitación donde dormía que era tan grande como la sala y cocina juntas, pero estaba amueblado casi de lujo, no le faltaba de nada. Supuestamente estábamos de acuerdo en la separación, y digo esto porque las dos o tres veces que fui a recoger algunos efectos personales, la actitud de Sara era como despectiva en las formas y en los modos de tratarme. Yo intentaba entenderla, y es que siempre ocurre el que determina la separación siempre queda como el cabrón o la cabrona. Pero no estaba dispuesto a que siguiera con esa actitud conmigo y le enseñe los dientes mientras me marchaba de recoger las ultimas pertenencias, le dije que era muy injusta por tratarme de esa manera y que no le iba a permitir mas estos desprecios y esas actitudes, sin venir a cuento. Cuando se te pase esta estúpida reacción ya hablaremos. Y por cierto, al día siguiente de nuestra extensa charla de separación, ella acudió donde sus padres a comunicarle la decisión. Por mi parte, lo hice por teléfono. Se puso su madre, le explique la situación y su contestación fue tajante y me dejo dolido : " Tenias una familia y has querido dejar de tenerla, no tengo mas que hablar " y me colgó. Entonces pensé que hagas como hagas las cosas, siempre, por mucho tacto y comprensión que tengas ante esa situación, el que rompe la baraja es el malo de la película. No importa, me lo tome con filosofía y decide olvidar y resetear mi cabeza, además tenia que arreglar muchos papeleos y eso me mantenía entretenido y al margen de todo. Comenzaba otro nuevo tiempo en mi vida y auguraba buenas vibraciones cuando vendiera la casa. No tardando mucho tendría en mis manos mas de 21 millones de pesetas, es decir, seria millonario. Tarde cinco años en volver a ser pobre, pero todo lo que viví fue impresionante, fantástico y por supuesto te lo voy a contar.
#LaBreveHistoriaDeUnAutenticoHijoDePuta
BILBAO
2002 - 2007