Desde que me marche y me libere de todo aquello en 1996 y hasta el año 2000 fueron de nuevo años de muchos cambios. Tal vez sea un signo que me acompañara el resto de mis días como dije al comienzo de esta historia. De todas las maneras mientras estuve los tres años en el asunto de las suscripciones hacia alguna cosita de radio en el poco tiempo que tenia. Ahora de nuevo tenia paro y la indemnización, lo cual me daba cierta tranquilidad. Por eso prepare unos programas largos para las noches de Lunes a Viernes entre las doce y las tres de la madrugada: El Grillo, Café Cargado. La radio me seguía gustando, me encantaba poder hablar de lo que me daba la gana. Como había escuchado mucha radio nocturna, incluido el mítico El Loco de la Colina, algo se me quedo mas que grabado. La paz que se siente cuando alguien te habla tranquilamente mientras intentas coger el sueño. Mientras viajas o mientras estas en tu lugar de trabajo. Bueno, eso al menos es lo que me gustaba a mi y por eso estos dos programas iban en esa línea. Pero es que además los grababa a diario, cuando llegaba a casa, cenaba algo, me metía en la cama y me quedaba dormido escuchándolos. Yo me gustaba, me encantaba mi voz y mi ego se volvía loco cuando abría el micrófono. Y os diré mas, fui pionero en darles voz a través de la radio, a los radioaficionados. Ya sabes, esa gente que tenia o tiene una emisora de gran alcance en su casa o donde sea y hablan con otros de su zona o mas allá. Al programa lo llamé Los Invisibles y tenia entrada una vez a la semana. Nos llamaban y nos contaban cosas de ese mundo, anécdotas etc. Tuvo mucha participación. También fui pionero en llevar una vez a la semana a miembros de la Asociación Artística Vizcaína, rapsodas que venían a recitar poesía. Entre ellas mi querida y admirada Teresa Aldamiz, compañera del medico asesinado por los Gal, Santiago Bruoard.
En ese año también fue cuando entre a formar parte de los tertulianos en el plató de La Kapital en TeleBilbao y allí estuve mas de doce años. Lo cual, de momento hacia radio y hacia televisión. Es decir desde las nueve de la noche y hasta las tres de la madrugada tenia el tiempo ocupado. Mientras tanto y a pesar de que podía estar una temporada sin trabajar yo seguía buscando algo que mereciera la pena. Por supuesto, a la hostelería no volvería aunque era la ultima opción en caso de mucha necesidad. Un buen día y no tardando mucho, el trabajo apareció. Creo que fue a través de un cliente que conocía del bar y que trabajaba en una distribuidora de marcas. Me dijo que lo iba a dejar por problemas de salud y que tal vez me pudiera interesar. Me salvo la existencia, fue un bombazo en toda regla y un tiempo donde mas dinero gane, donde mas viaje y por supuesto donde curraba todo el día de toda la semana, excepto Sábados y Domingos. es decir, la ostia. Pero al final de mes llevarte de media ochocientas mil pesetas era un pastón, además, coche de empresa, gasolina, teléfono y gastos generales. Se dedicada al mundo del Ocio en marcas Disney y todas esas americanas, videojuegos etc. Su gerente era una mujer, digamos poco convencional, una hija de perra como jefa pero con la que aprendí todo lo que logre saber en el mundo de la venta. Era tirana y déspota con sus empleadas a las que trataba de tontas cuando se le ponía en la seta y sin importarle se había gente delante o no. Siempre daba la sensación cuando llegaba por las mañanas de estar mal follada, con el tiempo supimos que algo de eso había. Pero la cabrona era buena para los negocios, tan buena que era envidiada. Cuando llego la crisis todos la daban por muerta en el sector, pero fueron cayendo todos menos ella, que ahí siguió.
TELEVISION / LA KAPITAL / TELEBILBAO
Como era una muy buena negocianta y conocida en el gremio la productora catalana de cine, Filmax, le ofreció llevar la firma en formato video, en el País Vasco. No se lo pensó dos veces, afortunadamente para mi y dijo que por supuesto. En esa época el mundo del video estaba en pleno crecimiento y formar parte de cualquier compañía puntera trabajando de autónomo a comisión era el trabajo mas buscado por la pasta que se ganaba. También el de representante de relojería o de alguna farmacéutica eran mu demandados por lo mismo. Me presente, le dije de parte de quien venia y todo fue muy rápido. Me dijo además de coche y todos los gastos, te llevas el 50% de lo facturado al mes. La cantidades venían oscilando entre millón quinientas, millón ochocientas mil. Yo actuaba como si fuera el representante directo, por eso cada semana los Viernes viajaba a primera hora en avión hasta la central en Barcelona. También y como no podía ser de otra manera, iba a todas las convenciones y eso si molaba. Tres o cuatro días encerrados en hoteles increíbles, donde cada noche después de las reuniones nos llevaban a cenar a los mejores restaurantes de Barcelona o donde estuviéramos. Formaba parte del Marketing de este tipo de multinacionales. Ganaba mucha pasta, si, pero a las siete de la mañana salía de casa, cogía el coche y no llegaba hasta las nueve de la noche. Reventado de kilómetros y de hablar todo el día con gente. Por eso tuve que dejar la radio por un tiempo, aunque no la tele. Visitaba videoclubs, mayoristas, y todas las grandes superficies, cubriendo no solo el País Vasco, también Cantabria, Aragón y La Rioja. Estaba todo el día en la carretera pero al final de mes era un gustazo ver un billete tras otro. Estuve hasta principios del dos mil. El año en que comienzo a conocer mas seriamente a la que mas tarde se convirtió en mi mujer.
Era una chica que me gustaba desde tiempos del Ziripot. Tuve una historia de días con su hermana y por eso la conocí. Una Sagitario rubia, pelo largo, ojos azules, pero no me gustaba por eso sino porque no me hacia ni caso. Coincidía con ella alguna vez en el portal de mi casa, mientras yo entraba o salía y es que al parecer pasaba todos los días por allí aunque yo nunca me fije hasta el primer día que coincidí con ella. Vivía a dos manzanas de mi. Siempre la paraba, flirteaba un rato y siempre intentaba quedar con ella. No era tonta, conocía mi historial de mujeriego y siempre me ponía alguna excusa. Estaría cerca de un año dandole el coñazo incluso por teléfono, el cual me dio ante mi insistencia. Pero no le llamaba y le daba la chapa de primeras, me enrollaba un poco contándole cosas y ella me escuchaba. Aunque sabia que muchas veces eran charlas con intención de engatusarla, se daba cuenta porque además de guapa era inteligente. Siempre supo que era un chico majo, divertido, pero un encantador de serpientes que sabia que decir en cada momento, pensaría que había que estar al loro para no caer en su trampa. Pero ...
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