miércoles, 3 de febrero de 2021

LA BREVE HISTORIA DE UN AUTENTICO HIJO DE PUTA : Capitulo 41

Las cosas no me podían ir mejor y me decidí por cambiar de casa y de barrio. Mi guarida, mi picadero especial, estaba mas que amortizado. Quería algo mas cómodo, mas grande y encontré lo que buscaba cerca de la Plaza de Zabalburu, en la calle Irala, concretamente. Era un tercero, con sala, habitación, baño y cocina. Mas o menos tendría los mismos metros, pero esto era algo mas decente. Era una casa y lo mejor es que tampoco pagaba mucho. Pero tenia un problema gordo con el aparcamiento, había muchas veces que llegaba tarde y daba vueltas y mas vueltas y nada. Desesperado, tuve que coger también un garaje y así mi calidad de vida mejoró en tranquilidad. No me importó moverme del barrio, tampoco paraba mucho los últimos meses por cuestión de trabajo y con los colegas, tampoco quedaba tanto. Además, ya te he dicho que no soporto el tedio, la rutina. A propósito, te contaré algo que no solo me ocurre a mi, sino a mucha gente. En casa cada cierto tiempo me gustaba cambiar las cosas de sitio. La sala se convertía en dormitorio y este en sala, también cambiaba los cuadros, la decoración y  sinceramente, cuando lo hacia, diera la sensación de estar en un sitio nuevo. ¡ Que bien !



En aquella época cometí un error en la radio que pudo salirme muy caro. Hacia, como ya sabes, un programa sugerente enfocado subliminalmente a las mujeres. Me enrollaba sin tiempo, cuando alguna llamaba al programa, jugaba con ellas a dos intenciones etc . Y entre eso, mi voz y mis picaros objetivos se sentían seducidas. O al menos eso percibía cuando las escuchaba. Por si no lo sabéis, cuando haces un programa donde confluyen muchos sentimientos y sensaciones, el oído se convierte en un Dios. Percibes el miedo, la vergüenza, la verdad y la mentira, el vacío, la soledad casi como algo tuyo. Es impresionante. Un día recibí la carta de una oyente alabando el programa y expresando lo que sentía cuando lo escucha. Le gustaba porque era intimo, relajado y le daba mucha paz y buen rollo y que le gustaría conocerme en persona. Ese día hable de la carta como hablaba de todas las que llegaban al programa y no se me ocurrió otra cosa que decir : "Bien amiga, pues ya sabes los teléfonos del programa llama y veremos que puedo hacer por ti ". Lo decía entre la broma y totalmente en serio ya que utilizaba el programa, también para ligar. A juzgar por las cartas que recibía, podría conocer a una chica cada día. Eso no quiere decir que luego al conocerme echaran a correr, no era Patente de Corso, además la cuestión es que en la mayoría de los casos, se enamoran o encaprichan de una voz. Y son ellos mismos los que dibujan su cara en la cabeza. Lo mismo que cuando lees un libro y luego ves la película, la mayoría de veces defrauda porque no son como tu te lo habías imaginado. Por cierto, esto mismo que me ocurrió a mi, le ocurre en la ficción a Clint Eastwood en la película "Escalofrió en la Noche". Te la recomiendo. 

Ese mismo día me llamo mientras sonaba una canción. Me dijo que no quería salir a antena, que podía quedar esa noche después del programa si yo quería. Tenia acento extranjero y seductor, hablaba suave y despacito , me dijo que era uruguaya. Cuando salí fui a buscarla a la dirección que me dio. Era mas bien bajita, cara redonda y aunque no era guapa, tenia una mirada de mala que la hacia atractiva. ¿ Vamos a tomar una copa, le pregunté ? Escucha, me dijo : " Yo no quiero nada contigo, solo quería conocerte. Entonces le dije, pues lo mejor es que vayamos a mi casa. Estuvimos follando sin parar hasta el mediodía, luego le siguieron mas veces. Para mi era otra mas, pero es que la comía que era una delicia y follaba aún mejor. Las bajitas y delgaditas, es lo que tienen : Son muy manejables y muy practicas. Yo como siempre, con las cartas encima de la mesa antes de nada : " Oye, esto es lo que es y no quiero mas. Si te apetece que de vez en cuando nos echemos unos polvos, por mi perfecto. Y así fue durante un tiempo, ella venia o yo iba a su casa. Lo peor llego cuando me comenzó a pedirme explicaciones del porque esa noche o cualquiera, no estaba con ella o no la llamaba. Le decía, tengo amigas antes de conocerte a ti querida con las que me llevo muy bien y por supuesto no voy a renunciar a esas amistades. Se convirtió en una relación toxica por su parte. Y también por la mía al haberlo permitido mas tiempo del que hubiera querido. Era tal la obsesión de esa mujer, que miraba y olía mi ropa, siempre estaba al acecho. De verdad os digo que sentí miedo, pero al final lo corté de raíz, aunque ahí no se quedo la cosa, pero eso viene mas adelante.


Un día de los muchos que intenté seducir a la chica que me atraía llamada Sara, me dijo que si. ¿ Como, que estas diciendo, que vamos a quedar ?. Si, me dijo. Pero estas bien, no te has dado un golpe en la cabeza y te has quedado sin memoria ? le dije en cachondeo. Comenzó a reírse y eso me encanto. Vale, quedamos el Sábado y nos vamos a cenar a un sitio guapo que conozco y luego a tomar una copita ¿ Te parece bien ?. De acuerdo, esta bien, es buena idea, me dijo. Cuando colgué la llamada dije en voz alta agitando los brazos hacia abajo ¡ Bien, de puta madre ! Por fin después de tanto tiempo, lo conseguí. Pero claro, es ahora cuando tenia que ser inteligente y sagaz para no cagarla. Y aunque siempre fui muy directo y al grano, esta mujer me gustaba y tenia que cuidar los detalles, tener tacto para que todo saliera bien. Porque vamos a ver, ella tampoco era tonta, al revés, sabia lo que no estaba escrito y porque también le iba la marcha, aunque fuera mas discreta, no le gustaba llamar la atención , pero tenia sus historias en el haber. Nos fuimos a cenar, yo estaba encantado de como la miraban cuando íbamos caminando o cuando entrabamos a algún lugar, parecía sueca. Hicimos muchas risas en la sobremesa, después nos fuimos de copas y a bailar. Cuando cerraron todo y en nuestro cuerpo habitaban un montón de copas y porros de hachís, le dije : ¡ Venga vamos casa ! Ella no dijo nada, solo asintió con la cabeza y allí la deje en el portal donde vivía, le di un beso en la cara, confesándole que me la había pasado genial. Porque además era cierto y teníamos que repetirlo. Claro que si, yo también lo he pasado fenomenal, gracias por traerme.


Quería realmente dejarla en casa ? pues no , claro que no. Estaba loco por acostarme con ella, pero si esa noche lo hubiera intentado, todo se hubiera roto. Así me lo dijo un día cuando ya estábamos casados y hablando de como nos conocimos. No  hubiera quedado mas contigo, afirmo tajantemente. Me hubiera roto la idea que tenia de ti y aunque sabia que eras una canalla - y eso es lo que mas me gustaba - me hubieras defraudado y no me preguntes porque. Yo tenia escuela, por eso sabia de lo que hablaba. Pero repito, esa chica me gustaba y sabia perfectamente que no podía actuar como habitualmente lo hacia. Intuía las consecuencias que podría acarrearme, dejar de ver a esa delicia.

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