miércoles, 16 de diciembre de 2009

Los manantiales de la Sharia...


 La palabra "sharia" significa literalmente "el camino al manantial". Denota un modo islámico de vivir que es más que un sistema de justicia criminal. Sharía es un código religioso para vivir, pero más al estilo de un código de derecho, distinto a la Biblia que ofrece un sistema moral para el cristiano, no codificando específicamente su conducta. Constituye un código detallado de conducta, en el que se incluyen también las normas relativas a los modos del culto, los criterios de la moral y de la vida, las cosas permitidas o prohibidas, las reglas separadoras entre el bien y el mal. Está adoptado por la mayoría de los musulmanes, en un mayor o menor grado, como una cuestión de conciencia personal. Pero también puede ser formalmente instituido como ley por ciertos Estados y así también los tribunales pueden velar por su cumplimiento. Muchos países islámicos han adoptado elementos de la sharía en áreas como las herencias y los testamentos, la regulación de las actividades bancarias y de los contratos.
La imágen es terrible, duele en propio cuerpo, pero no es mas fuerte, ni mas cruel, ni mas terrible que las que cada día nos ofrecen a ritmo de garbanzos, o langosta marroquí. Dicho esto, quiero reparar en el castigo y sobre todo en las normas. Aún recuerdo la extraordinaria película ( Las normas de la casa de la sidra ) muy recomendada, por cierto. En ella, los trabajadores, los recogedores de manzana viven en una cabaña comunitaria. En una columna, hay un viejo cartel sobre las normas de convivencia, pero ninguno de ellos sabe leer. Son la sal de la tierra desde que nacen, y como dicen en otro momento de la peli...' Nosotros tenemos nuestras propias normas'.Trato de colocarme una túnica imaginaria y sentirme árabe, el árabe o árabes de estas imágenes y no puedo entender tanto dolor. La sentencia es la muerte, pero de ser así que sea ya, de un simple y certero disparo. Y por mas que trato de ajustarme medianamente a esta manera de impartir las normas, lo siento pero desisto.
Por otro lado, admiro esta cultura, a esta gente. Envidio cosas que perdí con el paso de las nubes y que ellos conservan como ley y vida. No puedo decir si esto esta bien o mal, es subjetivo. Distinto. Son las normas, sus  normas, las dichosas y extendidas normas donde si las alteras, estas muerto. Ellos se las dieron desde décadas, como así las tenemos nosotros, los de este lado, pero ahora el mundo global nos busca y nos encuentra. Nos condena y ejecuta. Nos manipula y nos vapulea a su antojo a su propio criterio. A sus propias normas. Hay normas para casi todo.

martes, 15 de diciembre de 2009

A donde van ?




¿A dónde van las palabras que no se quedaron?
¿A dónde van las miradas que un día partieron?
¿Acaso flotan eternas,
como prisioneras de un ventarrón?
¿O se acurrucan, entre las rendijas, buscando calor?
¿Acaso ruedan sobre los cristales,
cual gotas de lluvia que quieren pasar?
¿Acaso nunca vuelven a ser algo?
¿Acaso se van?
¿Y a dónde van?
¿A dónde van?

¿En qué estarán convertidos mis viejos zapatos?
¿A dónde fueron a dar tantas hojas de un árbol?
¿Por dónde están las angustias,
que desde tus ojos saltaron por mí?
¿A dónde fueron mis palabras sucias de sangre de abril?
¿A dónde van ahora mismo estos cuerpos,
que no puedo nunca dejar de alumbrar?
¿Acaso nunca vuelven a ser algo?
¿Acaso se van?
¿Y a dónde van?
¿A dónde van?



¿A dónde va lo común, lo de todos los días?
¿El descalzarse en la puerta, la mano amiga?
¿A dónde va la sorpresa, casi cotidiana del atardecer?
¿A dónde va el mantel de la mesa, el café de ayer?
¿A dónde van los pequeños terribles encantos que tiene el hogar?
¿Acaso nunca vuelven a ser algo?
¿Acaso se van?
¿Y a dónde van?
¿A dónde van?

lunes, 14 de diciembre de 2009

Que se vayan los minusválidos. Que se queden las personas.

como casi todo, las cosas llegan tarde, pero al final llegan. Y sobre este asunto si hablo me pondré de mala ostia pero me da igual. La tipificación de " minusválidos " siempre ha sido peyorativa, me refiero a la palabra en si misma. Se cambia por la de discapacitado, que sigue siendo igual de peyorativa bajo mi opinión claro está. Entonces como "definirlos" ?. Tontos del culo no quedaría mejor ?. Es lo que parecemos a toda vista. Por ejemplo: En la mayoría de las ciudades las pocas plazas que tenemos para aparcar en los sitios dispuestos por los ayuntamientos, las ocupan hijos e hijas de perra sin el menor sonrojo. Sin caérseles la cara de vergüenza. Lo mismo ocurre con los políticos que te conceden ese especial lugar para que puedas aparcar y disponer de tu silla de ruedas, para que seas autogestionario. Pues que se vayan a la mierda también, por no vigilarlo y sancionarlo con retiradas de puntos. Creo que alguna ciudad lo está haciendo. Somos tontos del culo, porque si somos ciegos no podemos viajar en los autobuses urbanos de la mayoría de las ciudades, ya que no cuentan con sistemas de audición de paradas. Somos tontos del culo, porque no podemos entrar con nuestra silla de ruedas en la mayoría de los comercios, por tener escalones altísimos para nosotros. Somos tontos del culo porque nos creemos que formaremos parte de ese tanto por ciento que obliga a las empresas a contratarnos. Somos tontos del culo, pero muy listos para los Centros Especiales de Empleo y Otros, para algunos somos "tremendamente importantes." a la hora de las subvenciones . Seguiría pero es que soy tonto del culo por estar diciendo una vez mas, lo que tantas veces se grita desde el silencio.

Redacción de ACCESIBLE (7-12-09)Finalmente, en el último Consejo de gobierno, se aprobó que el término minusválido pasara a la historia y que sea sustituido a partir de ahora, por el de persona con discapacidad. Es ésta una demanda histórica del movimiento asociativo de personas con discapacidad, como también lo fue en su día que las personas con discapacidad, dejarán de ser oficialmente reconocidas como “subnormales” o “anormales” para pasar a ser minusválidos y ahora personas con discapacidad.


Además de ser eliminado por entender que es un término peyorativo, va en coherencia con lo establecido en la ley de autonomía personal y de atención a las personas en situación de dependencia y con la recomendación de la OMS. A partir de ahora, todos los estamentos públicos, emitirán los correspondientes certificados de discapacidad, erradicando la palabra minusválidos y sustituyéndola por el término de “personas con discapacidad”. A su vez donde aparezcan alusiones a “discapacidades” serán sustituidas por la expresión “limitaciones en la actividad”Así lo determina a partir de ahora, el nuevo Real Decreto por el que se modifica el Real Decreto 1971/1999, de 23 de diciembre, de procedimiento para el reconocimiento, declaración y calificación del grado de minusvalía.