La palabra "sharia" significa literalmente "el camino al manantial". Denota un modo islámico de vivir que es más que un sistema de justicia criminal. Sharía es un código religioso para vivir, pero más al estilo de un código de derecho, distinto a la Biblia que ofrece un sistema moral para el cristiano, no codificando específicamente su conducta. Constituye un código detallado de conducta, en el que se incluyen también las normas relativas a los modos del culto, los criterios de la moral y de la vida, las cosas permitidas o prohibidas, las reglas separadoras entre el bien y el mal. Está adoptado por la mayoría de los musulmanes, en un mayor o menor grado, como una cuestión de conciencia personal. Pero también puede ser formalmente instituido como ley por ciertos Estados y así también los tribunales pueden velar por su cumplimiento. Muchos países islámicos han adoptado elementos de la sharía en áreas como las herencias y los testamentos, la regulación de las actividades bancarias y de los contratos.
La imágen es terrible, duele en propio cuerpo, pero no es mas fuerte, ni mas cruel, ni mas terrible que las que cada día nos ofrecen a ritmo de garbanzos, o langosta marroquí. Dicho esto, quiero reparar en el castigo y sobre todo en las normas. Aún recuerdo la extraordinaria película ( Las normas de la casa de la sidra ) muy recomendada, por cierto. En ella, los trabajadores, los recogedores de manzana viven en una cabaña comunitaria. En una columna, hay un viejo cartel sobre las normas de convivencia, pero ninguno de ellos sabe leer. Son la sal de la tierra desde que nacen, y como dicen en otro momento de la peli...' Nosotros tenemos nuestras propias normas'.Trato de colocarme una túnica imaginaria y sentirme árabe, el árabe o árabes de estas imágenes y no puedo entender tanto dolor. La sentencia es la muerte, pero de ser así que sea ya, de un simple y certero disparo. Y por mas que trato de ajustarme medianamente a esta manera de impartir las normas, lo siento pero desisto.
La imágen es terrible, duele en propio cuerpo, pero no es mas fuerte, ni mas cruel, ni mas terrible que las que cada día nos ofrecen a ritmo de garbanzos, o langosta marroquí. Dicho esto, quiero reparar en el castigo y sobre todo en las normas. Aún recuerdo la extraordinaria película ( Las normas de la casa de la sidra ) muy recomendada, por cierto. En ella, los trabajadores, los recogedores de manzana viven en una cabaña comunitaria. En una columna, hay un viejo cartel sobre las normas de convivencia, pero ninguno de ellos sabe leer. Son la sal de la tierra desde que nacen, y como dicen en otro momento de la peli...' Nosotros tenemos nuestras propias normas'.Trato de colocarme una túnica imaginaria y sentirme árabe, el árabe o árabes de estas imágenes y no puedo entender tanto dolor. La sentencia es la muerte, pero de ser así que sea ya, de un simple y certero disparo. Y por mas que trato de ajustarme medianamente a esta manera de impartir las normas, lo siento pero desisto.
Por otro lado, admiro esta cultura, a esta gente. Envidio cosas que perdí con el paso de las nubes y que ellos conservan como ley y vida. No puedo decir si esto esta bien o mal, es subjetivo. Distinto. Son las normas, sus normas, las dichosas y extendidas normas donde si las alteras, estas muerto. Ellos se las dieron desde décadas, como así las tenemos nosotros, los de este lado, pero ahora el mundo global nos busca y nos encuentra. Nos condena y ejecuta. Nos manipula y nos vapulea a su antojo a su propio criterio. A sus propias normas. Hay normas para casi todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esté de acuerdo o no con lo que escribas, nunca te quitaré el derecho a expresarte como quieras sepas o puedas. Ese mismo respeto lo tengo conmigo. Si es para difamar o insultar NO sale. Gracias por venir...