LA BREVE HISTORIA DE UN AUTENTICO HIJO DE PUTA : Capitulo 59

Todo un mes lleno de historias bonitas y otras tristísimas. Cada una de un país distinto y donde también existen las anécdotas, las risas. Todas ellas fluctúan cada noche en las horas intempestivas de las ciudades, en aquellos rincones donde la luz no se apaga hasta bien entrada la mañana. Lugares que esconden algo mas que un sitio donde el sexo es tarifado. También recogen soledades a la deriva de hombres sin rumbo y de otros que necesitan su dosis de reafirmación para seguir vivos. Y como no, seres que solo buscan una copa, unas risas y evadirse de lo que sea, en un lugar no convencional. Matar la rutina que mata, para volver al bucle de nuevo. Me había gastado la mitad de lo que tenia pensando, lo cual llegue a Bilbao con casi 30 mil euros. Ahora comenzaba un nuevo ciclo y a un año de distancia de la crisis económica que lo cambiaria absolutamente todo. Corría principios del 2007 y la noche seguía siendo una fiesta, pero yo ya no podía permitirme ciertas licencias y por eso me tome todo con mas calma. A fin de cuentas conservaba muchas de las lumis que conocí, llegando incluso a tener cierta amistad . Eran ya muchos días viéndonos cada noche,  coincidiendo de copas al final de la jornada o  saludarnos en sus restaurantes de cabecera. Hubo un tiempo que también les hacia de chofer para todo.  Cuando cambiaban de club o de comunidad porque se les acababa la estancia de plaza o para llevarlas a su lugar de residencia habitual. Burgos, Santander, San Sebastián, Pamplona etc .Por supuesto pagando y además siempre muy generosas. Yo me lo pasaba bien, conocía mas sitios y además me pagaban. 

Salía cada noche a partir de las diez y siempre acudía a los mismos sitios, era como hacer la ronda. Los garitos siempre tenían ambiente, pero los fines de semana estaban a rebosar. Era de locos  ver el ir y venir de hombres y mujeres a las habitaciones. Los Datafonos no paraban de bailar y la coca se notaba en el ambiente. Fue la época donde mas dinero ganaron las señoras de madrugada, muchas lo invirtieron bien, fueron inteligentes. Pero la mayoría se perdieron en la farlopa en amores prometidos o se volvieron a las calles de su país. Comencé a frecuentar uno que estaba cerca de la Plaza de Toros de Bilbao, se llamaba El Pelicanos y poco a poco me fui haciendo cliente del lugar. Cogí cierta confianza con el encargado, con los camareros y con algunas chicas. Me tomaba dos o tres copas desde que entraba y de vez en cuando subía a echar un viaje. Al cabo de medio año, era un cliente asiduo y además salía en la tele de la ciudad, lo cual sin saber porque, me daba cierta deferencia. Yo lo notaba, es algo que se intuye. Un día llego una chica rusa que me dejo loco nada mas verla porque era espectacular. Por eso cuando bajo al salón por primera vez, fui rápido a por ella, quería ser yo el primero en ese club y le abone dos horas de compañía. Una, para darle un masaje de los míos y otra para follármela. El resultado fue mucho mas que satisfactorio, sobre todo cuando me dijo :  ¿ Porque no te dedicas a dar masajes a las chicas, lo haces muy bien y nosotras por los tacones y tantas horas de pie, sufrimos mucho de la espalda y las piernas. Y además puedes sacarte un dinerito. Yo la escuchaba con atención. Eso si, tienes que respetar y hacerte respetar. ¿ Me entiendes ?. Y añadió : En Rusia yo trabajaba de esto también y en el sitio que estaba había un chico que daba masajes. El estaba allí desde que se abría el Club y si en cualquier momento le pedían un masaje, lo hacia al momento. Por media hora cobraba 30 euros. No era mala idea, pero claro, primero tendría que decirle al encargado. Y así lo hice : A mi me da igual, si ellas quieren y lo haces bien, tu veras, por mi no hay problema. Y de la forma mas tonta, allí estaba cada noche con mi pantalón blanco y mi camiseta del mismo color. Al principio se extrañaron, pero una vez que probo la primera y pasó palabra a las demás, la cosa comenzó a funcionar haciendo una media de tres o cuatro diarios. Ellas quedaban encantadas, el encargado tanto de lo mismo y yo imagínate.

La verdad es que me lo tome muy en serio y eso caló entre las chicas. Era serio y jamás me sobrepase con ninguna. Es mas, muchas de ellas cuando cogían unos días de descanso encerrándose en un hotel sobre todo para dormir, me llamaban para que fuera a darles un masaje. Ya en esa época la farlopa corría como la pólvora y no había Lumi que no llevara encima para trabajar con clientes y para consumo propio. Es precisamente aquí, en este momento de mi vida cuando comienzo a consumir con mas frecuencia. Entre las que te invitaban abajo y las que te invitaban cuando subías al masaje, acabe comprando de vez en cuando, formaba parte del vestuario de la noche y su lujuria. Por cierto, sigo reiterando que yo estaba enganchado a las mujeres, a todas, pero me gustaba mas el ambiente lumpen y golfo de las meretrices. Esas que me han enseñado tanto de la vida. Un día al llegar a casa me puse a pensar en como aprovechar mas y mejor mi condición de masajista de confianza de las señoritas de aquel club y de tantas y tantas otras. Y pensé: Compran farlopa a diario ¿ Porque no vendérsela yo también. ¿ Porque no trapichear ? incluso me daba hasta morbo, así que me puse manos a la obra. Entonces tenia contactos, sabia donde pillar y le hable del asunto al colombiano: Me dejas, vendo y te pago. Esta bien, me dijo, no hay problema, pero solo tienes que respetar una cosa a rajatabla. Tu dirás. Si me dices que tal fecha me pagas, ese día es sagrado, y sea como sea usted me da lo mío o si no le quiebro las piernas en el primer aviso. 

Yo sabia muy bien con quien estaba tratando, conocía muy bien las consecuencias de no cumplir una palabra en ese mundo. El también sabia que era un tío publico y conocido en ambientes brasileños, colombianos y rumanos, me movía en la noche y en la oscuridad todos los gatos no son pardos. Me lleve 200 gramos a 30 pavos, después de su venta, me quedaban 600 euros limpios para mi . El negocio no podía ser mas redondo. Además a cada bolsita de gramo le quitaba una micra y eso era para mi propio consumo. El primer mes salió redondo porque además la coca era potente y yo no la cortaba. Tan solo era un juego un entretenimiento, pero sobre todo algo que te hacia diferente cuando entrabas a un garito y esa sensación enganchaba. Al segundo mes y sin darme mas explicaciones me dijeron que no volviera a entrar. Se acabaron los masajes y mi nuevo negocio allí, al parecer le estaba restando clientas a alguien que estaba antes ... ¿ Me entiendes ? pues eso. La verdad es que me jodió bastante, llevaba tiempo allí y me había acostumbrado. Siempre tenia la sensación de que era un trabajador mas, me sentía agusto, seguro y además me lo pasaba bien. Me quedo alguna que otra amiga de roce y bastantes clientas, así que eso me consoló.

#LaBreveHistoriaDeUnAutenticoHijoDePuta

BILBAO

2002 - 2007