Se la conoce como Semana Santa, días en los que la gente que sigue la religión católica a rajatabla son de recogimiento, penitencia para mas tarde, al final, estallar de alegría blandiendo ramos. Son muchas las tradiciones, pero yo no te las voy a contar. Mejor míralo en Google. Recuerdo que hace unos cuantos inviernos, cuando llegaban estos días, no se podía comer carne. Toda una semana sin masticar como Dios manda. Paradójico cuanto menos. Afortunadamente, hasta los propios cristianos se han dado cuenta de lo anacrónico de la cosa. Ha decir verdad, de aquello queda muy poco. Hoy la religión, todas las religiones están en concurso de acreedores. Y con ellas, sus fieles seguidores. Pero vayamos a la católica que es en la que estamos. Algo está cambiando con la llegada del argentino. La gente descreída como yo, incluso le escucha. Y es que la naturalidad con espontaneidad es un elemento potencial de acercamiento y este Papa tiene ese ángel. La Pederastia sigue agazapada y tapada por ese submundo de barrigas grandes, anillos muy pesados y caras de no haber cagado en semanas. Una metástasis donde hasta las sotanas cobrarían fortunas si contaran cosas de sacristía en un plató de Prime Time.Pero sigo con esta semana. Decía que ahora la Penitencia son las colas y enormes atascos a la salida y entrada de algunas ciudades. Hoy de aquellas costumbres apenas queda algo salvo en la zona andaluza, donde la pasión por las imágenes religiosas se convierte en una obsesión por ser el primero en tocarla y llevarla a hombros. Tanto que incluso a costado en ocasiones, peleas y navajazos. Una locura todavía no analizada por ningún científico. Como también es digno de estudio que en estas fechas en muchas ciudades de España se corten las principales calles y avenidas al trafico rodado porque diez o cien personas, me da igual, deciden encapucharse para no ser reconocidos y desfilar a pasos cortos al son de trompetas y tambores el sonido lúgubre y fantasmagórico que da reparo. Y esta es la cuestión:
En España, según los datos, su población es aconfesional. Es decir, los ciudadanos, no solo son católicos, los hay para todos los gustos y colores. Si estamos en democracia y todos tienen / tenemos los mismos derechos, lógico seria, que también estas, tuvieran sus avenidas y calles principales para desfilar a sus santos ¿ No ?. Sería lo mas justo. Pero claro, el caos seria cojonudo. Pero tranquil@s, tengo otra solución sin ánimo de perjudicar a nadie, pero si de favorecer a tod@s por igual. Al menos esa es la intención.La calle es de todos. Es publica. Por eso no puede ser tomada en ningún caso por una religión y hacer proselitismo publico de sus miedos o amenazas a los que no queremos sumarnos. Me molesta y mucho que a la iglesia española no se le paren los pies. Las procesiones religiosas deben de salir del espacio publico de todos. No estoy diciendo que se prohíban, para nada, digo que ell@s tiene su espacio. Tienen sus iglesias, sus conventos. Sus inmensas catedrales para realizar sus orgías y rezos. Incluso gratis. Todavía no hubo ni hay ningún gobierno con un par de arrojos que les obligue a pagar el nutrido espacio publico que ocupan sus patrimonios. O les dejen de otorgar en algunos casos, pingues subvenciones. Además ahora que según datos de hacienda, la X de la aportación a la iglesia católica a subido mas de un 20%. Otra cosa mas que debería ser desterrada de los impresos de organismos públicos, en este caso el de Hacienda,la casilla de este epígrafe de aportación. ¿ Pero porque coño solo figura esta si somos aconfesionales ?. O todas, o ninguna. Aunque lo mas justo y lo mas sano para la salud mental de la mayoría, es que cada una se busque la vida para mantener sus Dioses y sus creencias.
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