Si nos fijamos bien en la evolución de Podemos en Euskalherría resulta cuanto menos increíble por la hazaña de una fuerza emergente sin apenas posicionamiento y sin grandes actos en la calle. Pero es una realidad palpable a juzgar por el apoyo recibido en las pasadas municipales. Podemos arrasó a nacionalistas, constitucionalistas y hasta la propia izquierda abertzale, o lo que queda de ella. Las interpretaciones por supuesto siempre serán muy sesgadas, pero me atreveré a dar la mía. Por supuesto algo muy esquemático y básico porque realizar un análisis mas sociológico nos llevaría a un punto sin salida ni retorno.
La razón principal es que una gran mayoría de vascos y vascas de topo tipo y condición ya se hartaron de una letanía que de tanto repetirla se ha convertido en algo sin sentido ni motivación alguna. Nada estimula y quieren, queremos un cambio. Es mas que urgente sacar de las instituciones al bipartito PNV - PSE es demasiado tiempo controlando los destinos de humo y barro de este país. Se sienten cómodos los unos con los otros. Tanto, que incluso se tapan sus " cosillas ". Son buenos actores o los demás somos pésimos espectadores. Pero cuando parece que se pegan, en realidad se besan con descaro. Si te da la impresión de que uno va a tirar de alguna manta, se dan la mano y suben al autobús juntos. Los nacionalistas tienen la impresión de que el gobierno es suyo. Ya se han acomodado lo suficiente y así lo han echo los amigos y familiares. Idéntico a lo ejercido por los socialistas. Ellos, sus mujeres , hermanos y de mas tribu están bien colocados y con el futuro mas o menos resuelto. Sin embargo los populares vascos están como siempre. Tapando a sus propios ladrones, pagando su sede con el dinero destinado a la seguridad y metiendo mano como siempre donde pueden y aguantando el tipo que no es poco. Lo de Bildu o esa cosa extraña es punto y aparte. Tal y como están las cosas no veo otra posibilidad que disolverse por completo y debatir en profundidad la nueva realidad del mundo y elaborar un proyecto único que se adapte a las nuevas realidades. Con un nuevo lenguaje que ilusione y estimule. Por supuesto anteponiendo y defendiendo la propia identidad como nación o pueblo. Y esto mismo debería hacer la izquierda abertzale. O dicho de otra manera, los partidos políticos de siempre en Eskalherría necesitan urgentemente un reseteo en profundidad. Si no lo hacen, la propia sociedad los llevará al abismo y se quedaran obsoletos. De momento ya les ha dado a todos un revolcón en las municipales. Mañana sera un termómetro para las próximas dentro de unos meses. Ojito.
Pero para encarar toda esta tarea es necesario que surja un líder. Sea hombre o mujer es indiferente, pero que tenga la fuerza, la energía, el convencimiento y la ilusión para que se expanda como una mecha entre la gente un mensaje real y de esperanza. Y hoy no lo hay no existe. Quien alguna vez pensó en Otegui, tal vez lo hizo por afinidad nostalgia o que se yo, pero yo nunca lo vi. Y menos cuando nada mas salir habló mas de lo mismo y no precisamente en un tono de conciliación. Semanas mas tarde declaraba que notaba una Euskadi desactivada y había que comenzar a bailar. Pero el perreo se comió a la txalaparta mi estimado. En Euskadi Podemos seguirá subiendo y poco a poco se ira posicionando. Pero tendrá que intentar tener el suficiente poder como para no depender del bipartito vasco. No son de fiar, tienen demasiados intereses en común y "algún que otro muerto en el armario". Con Bildu y la izquierda abertzale sugiero prudencia hasta que sepamos donde esta cada uno, con quien y como. Tenemos que pensar solamente en el proyecto e intentar mantener buena sintonia con todos pero sin caer ni en trampas ni en emboscadas.
La tarea es dura y difícil pero no por eso imposible. Lo primero es la gente, todas las personas. Ver y tratar de solucionar sus problemas mas acuciantes y que no voy a recordar porque todos lo sabemos o sufrimos. Y poco a poco intentar levantar Euskadi del hoyo donde la ha llevado el nacionalismo mortecino y acomodado y sus acólitos estómagos agradecidos y al que nadie se refiere.
Continuará ...
