LA BREVE HISTORIA DE UN AUTENTICO HIJO DE PUTA : Capitulo 19

La generación del 57 y la anterior de nuestros padres, comenzamos a trabajar desde muy jovencitos y no era extraño ver a estos chicos solos de un lado para otro en las calles de las ciudades. Los primeros por la guerra, la necesidad y el hambre. Los segundos ya en la posguerra, por lo algo parecido. Eso si, ya sin tiros ni enfrentamientos civiles, pero con una dictadura a las espaldas. En el mismo año que yo me iba a buscarme la vida a Bilbao, Marzo de 1975 Moria el dictador Franco ocho meses después a las puertas de la Navidad. La vida y las cosas después de que se fuera, comenzaron a cambiar a un ritmo frenético. La mayoría del pueblo comenzaba a respirar cierta libertad mientras otros, no pocos echaban de menos la Ley y el Orden de antes. Pero estaba claro que comenzaba un nuevo tiempo lleno de ganas e incertidumbres. Y en ese contexto apasionante llegaba a las diez treinta de la mañana a la estación del norte de Bilbao. A esa misma hora mi madre ya se habría levantado y sabia que no estaba. Cuando llego esa misma noche de trabajar, guardaría su joyas en el joyero y allí encontraría mi carta de despedida. No me atrevo a definir aquel momento de ninguna manera 

Allí estaban en el anden Daniel y su tía saludando para que les viera. Una nueva familia, otra casa, otra ciudad. Sin embargo, esta vez lejos de sentir tristeza y desamparo como en otras ocasiones de mi vida. Me sentía bien, me sentía fuerte. Solo echaba de menos lo que estuviera por venir. Al bajar del tren Daniel y yo nos abrazamos, sentí su abrazo fuerte, de esos que se dan con el corazón. Me sentí en la gloria después de un viaje lleno de miedos, preguntas y muchas interrogantes. Después su tía, sonriente y amable me dio un beso, se presento ¡ Soy Sara la tía de Daniel ! gracias le dije, yo soy Manolo. Mientras salíamos de la estación me llamó la atención una impresionante y preciosa cristalera redonda y llena de colores que ocupaba casi todo la estructura del edificio. Ya fuera, Carmen me dijo que Vivian cerca del Ayuntamiento. Se giro a la derecha y con su mano me dijo ¡ Mira,  allí !, Pero si te cansas por lo de la pierna cogemos un taxi. No se preocupe gracias, no me canso, no me importa andar. Además esta cerquita. Trátame de tu que todavía soy muy joven, me dijo riéndose. Mi amigo me cogió la maleta y puso su brazo sobre mi hombro y dijo . Me alegro de que estés aquí ¡ venga, vamos !. El paseo se me hizo mas corto todavía ya que me iba fijando en todo. Otra gente, otros ruidos, otras casas. Y pensando a su vez que otro destino en mi vida, daba comienzo. La casa era grande, bonita y vieja. De esas que la madera es la que manda. Cuando Carmen me enseño la habitación, me encantó. Era pequeñita pero muy acogedora. Te gusta, me dijo Daniel, la mía es la de al lado. Claro, esta muy bien. Espero no molestaros mucho y encontrar trabajo rápido. Tu tranquilo Manolo, no molestas, señalo Carmen. Además así os hacéis compañía. Venga, mete la ropa en el armario y salir a dar una vuelta mientras yo preparo la comida.

Estuvimos mas de dos horas por el casco antiguo de la ciudad. Le Conte a Daniel lo mal que estaba en casa de mi madre y todo el maltrato que recibí. También, lo feliz que me sentía porque le tenia a el. Creo que nos dimos un abrazo con alguna lagrimilla. Bueno, vamos para casa que después de comer voy a trabajar al bar, esta semana tengo horario de tarde. Mientras regresábamos me dice, por cierto ¿ Tu podrías trabajar en un  bar con la pierna así ? porque de camarero hay mucha demanda. Bueno, ahora de momento voy a ver si encuentro de lo mío, pero si no, tampoco me importaría, me defiendo bien. Contesté. Te lo digo, porque el hermano de mi jefe tiene un bar a pocos metros de donde estoy y creo que va a necesitar a alguien. Se va a vivir fuera uno de los dos camareros que tiene. Y añadió:  Lo mejor de todo es que tienen una habitación donde viven los dueños. Allí duermen los dos chicos que tienen. Y lo mejor, es que esta encima del bar, en una buhardilla grande. Esta fenomenal, sueldo y pensión completa ¿ Bien no ?. Pues si, la verdad es que si, afirme. Cuando estábamos sentados en la mesa comiendo, mi amigo le dijo a su tía lo del bar del hermano de su jefe y que si yo no encontraba de lo mío, podría hablar con el. Esta respondió : Pero estando así de la pierna tu crees que le cogerán ¿ No te cansarías ? me dijo, hay que estar mucho tiempo de pie. No creo, aunque no es lo mismo trabajar de pie que sentado de lo mío. Señale sonriendo

Cuando se marcho mi amigo a trabajar y hasta que viniera a la noche. Salía a las 9 desde las tres de la tarde. Le comente a Carmen que estaba algo cansado y me iba a tumbar un rato en la cama, ¡ Claro que si , estarás cansado del viaje tan largo. Acuéstate, y descansa. Sentí que me tocaban el brazo, era Daniel, ya estaba en casa, me quede dormido profundamente casi seis horas. Aunque me costo cerrar los ojos, mi cabeza no paraba de pensar en el paso que había dado. En como estaría Azucena o como había reaccionado el hombre oscuro ante mi huida. O si en realidad me estarían buscando como locos y avisando a las policías. Pero entonces los uniformados no buscaban adolescentes a la deriva, había cientos. No paso nada en una semana, ni en todas las que vinieron después a lo largo de los años. Nunca paso nada, hasta que yo no quise dar señales de vida. En tres semanas buscando de lo mío, solo encontré cuatro talleres de joyería pero al verme tan joven creerían que no sabría del oficio y me cerraban la puerta. Apenas había mas anuncios de talleres, en el periódico. Me decepcione, pensé que seria fácil sabiendo del oficio. Poco a poco, estaba viviendo la realidad de las cosas. Eso si, estaba plagado de bares que pedían gente y la idea de intentarlo me estaba rondando. Lo mejor es que no pensaba en mi pierna como impedimento, sabia que podía estar detrás de una barra  que seria capaz de aguantarlo y además, tenia que ponerme las pilas, todavía mas. No gastaba apenas dinero, pero tenia que encontrar algo de lo que fuera, ya mismo. Estaba inquieto, era lo único que tenia, mi asidero. Un día cenando los tres, le dije a Daniel que viendo el panorama con mi oficio me gustaría intentarlo en un bar. Y cuando me iba a contestar su tía Carmen dijo : ¡ Por cierto, hable con él ayer, le Conte que estabas en mi casa, que eras amigo de Daniel y que estabas buscando trabajo. También le dije lo de tu defecto pero que eras muy activo y espabilado. Y añadió : Al principio frunció un poco el ceño, puso cara como de extrañarse y exclamo ¿ Cojo y en un bar ? no dura dos asaltos. Pero bueno, si como dices sabe hacer joyas, sabrá poner café  o una caña de cerveza. Dile que venga el sábado y hablo con el. A partir de aquí trabaje de camarero mas de veintidós años. Y además, en alguno sitios de postín. Siempre me acordaré de aquel primer jefe y sus dos a asaltos.

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El sábado allí estaba puntual. Estuvimos un rato charlando de los pros y contras por lo de mi pierna. Después me explico las condiciones : Pensión completa, duermes con el otro chaval - tenia 19 años - dos mas que yo - . Abrimos a las 4,30 de la mañana y cerramos a las 12 de la noche. Os turnáis de horario. Si estas de mañana, trabajas de 4,30 a 9 . Luego subes a dormir. Entras de nuevo a la 1 del mediodía, comes a las dos y sales a lo que quieras, hasta las tres de la tarde. Luego vuelves y te vas a las 11 de la noche. Del sueldo sinceramente no me acuerdo. Pero dije que si. Bien, pues te espero el Domingo a las seis quedamos aquí para que pongas las cosas en la habitación y enseñarte la casa. El Lunes comienzas madrugando