Llevo rato hablando de la Taberna Ziripot, porque es así como se llamaba cuando comenzó su viaje. Años mas tarde paso a llamarse Ziripot a secas. El nombre surgió entre la familia, una hermana profesora y su hermano, el pequeño de los socios del negocio. Tenían varios entre manos pero se eligió este, porque pertenecía a la mitología vasca. Y como yo no te voy a contar toda la historia, si te interesa dale un vistazo en Google. Pero básicamente es uno de los personajes del carnaval de Lanz en Navarra. Está considerado como una Fiesta de Interés Turístico en la Comunidad y se celebra cada año los domingos, lunes y martes previos al Miércoles de Ceniza. Recomiendo que vayáis alguna vez. El local tenia además del Ziripot, diferentes fotografías de los otros personajes, como decoración. Un día se nos ocurrió que podría estar bien organizar un viaje en autobús para todos aquellos que quisieran venir a ver este carnaval que el bar tenia como referencia. Y vaya que salió, llenamos un autobús de sesenta personas. Solo costaba el viaje, luego allí la gente se buscaba la vida para comer lo que fuera. Tenia representación a la mañana por todo el pueblo. La parte final y mas vistosa se celebraba al caer el Sol, casi de noche. Fue todo un éxito, la gente vino encantada, borracha y cantando. Como para no estarlo, el pueblo entonces era pequeño y había tan solo dos bares y varios establos convertidos en tasca- Asi que desde que llegabas ya estabas dándolo todo. Al año siguiente repetimos, pero hablamos con el Alcalde para que el próximo, pudiéramos organizar una comida junto con todos los hombres y mujeres que realizaban la mascarada antes de la representación. Pagamos nosotros. No le pareció mal la idea y por supuesto al año siguiente comimos todos juntos y lo pasamos en grande. Ese día todo el mundo se desmadro. Fue el ultimo, habíamos cumplido nuestra osadía. A los tres o cuatro años de abrir el negocio, no lo recuerdo bien. El hermano mayor y socio decide dejar el bar y montar apenas unos metros del Ziripot un pub al que pondría de nombre Oker. Todos pensábamos que era una error montarlo esa calle de poteo. Y todos nos equivocamos, fue otro éxito y durante unos años un punto de referencia en la noche Bilbaina. Hoy lo lleva uno de sus hijos, el se jubiló. Como también se ha medio jubilado el pequeño y ahora es uno de sus hijos y un sobrino los que llevan el barco.
- ZIRIPOT -
Nos adecuamos bien y rápido. Mi compañero y yo cubríamos la mañana y la tarde. El jefe hacia un poco de comodín junto a su novia, que venia a echarnos un cable frecuentemente, cubríamos perfectamente de Lunes a Jueves. Después, para los fines de semana venia gente por horas como apoyo. Mejoro bastante el sueldo, las condiciones de vacaciones y días libres. Ya estaban correctas, pero después fue una gran diferencia. El sueldo era de 165.000 pesetas - Un piso de alquiler majo costaba 60.000 pesetas - imagina si daba el sueldo. Hoy serian unos 991 euros al cambio y que ha retrocedido todo, es algo mas que evidente. No podía estar mas feliz. Trabajo bien, salud mejor y mujeres no faltaban y así fueron todos los años siguientes. En 1990 dos años antes de mi marcha, estaba algo cansado de andar picando de un sitio a otro, con el asunto de las chicas. Pero una noche conocí a Rosa en el pub donde acudía siempre. Uno que estaba al principio de la calle Ronda pero que no recuerdo su nombre. Nos cruzamos cuando íbamos a la barra a pedir un trago. La vacile, me vacilo y desde esa misma noche comenzamos a vivir juntos en su casa, duro dos años. Ella era medica general y se dedicaba a un proyecto llamado Educación para la Salud. Era dulce, romántica, tranquila, cariñosa, algo soñadora y divertida. Un cielo completamente diferente a mi, en aquella época. Era un loco, un inquieto, un insatisfecho. Siempre quería mas, quería estar en todos los sitios a la vez, vivía deprisa , como si la vida fuera a acabar mañana. Ella fue un bálsamo y una tila para mi, mientras estuve a su lado. Pero tanta paz y tanto relajamiento no me molaba nada. Y aunque deje unos meses el asunto del ligoteo, de vez en cuando me perdía. Nunca fui fiel a ninguna mujer, pero fui leal y sincero con todas aquellas con las que me dieron su intimidad.
Foto Real / Rosa y yo
Falleció hace unos años en Italia
A finales de ese año que llevamos juntos, creo que fue a primeros de Diciembre cuando una noche recibo una llamada del hombre oscuro. " Tu madre esta ingresada en el hospital, le ha dado un ataque muy fuerte de asma se ha caído desmayada medio ahogándose. Esta en la UCI y de momento y aunque esta tranquila, quería que lo supieras. Pero esta grave ? pregunte. De momento le estan haciendo pruebas, cuando sepa algo mas te llamo. Salió a los tres días, había tenido un amago de angina de pecho. Hable con ella, me dijo que solo fue un susto que lo paso mal porque no podía respirar. Le dije ¿ Y el tabaco que ?. Me han dicho que ni lo pruebe, la próxima no la cuento. Eso esta bien ahora tendrás que aguantar la tentación. Me preguntó si iría en Nochevieja, le dije que no, que este año lo pasaba con una amiga en casa de sus padres y que además tenia que trabajar. Pero las cosas cambiaron repentinamente, el día 30 al mediodía cuando me llama Luis. " Tu madre esta de nuevo ingresada y esta vez parece grave. Llame a mi jefe, le conté la cosa y le dije que me iba de viaje ya mismo. No hay problema, tu vete ya nos apañaremos. Ojala no sea nada, me dijo. Rosa ya estaba montada en el coche, se venia conmigo. Después de siete horas de viaje llegamos al hospital sobre las 9 de la noche. Estaba en una habitación con otra persona, el hombre oscuro en casa. La vi sentada, tenia unos tubos finos de oxigeno por la nariz. Respiraba tan fuerte que se le movía todo el cuerpo y apenas podía articular palabra ¡ Estoy mal Manolo, muy mal ! . No hables, tranquila ya veras como enseguida te pondrás bien, para tratar de tranquilizarla o lo que se dice siempre. No estuvimos mucho tiempo, pero al rato entro la enfermera y nos dijo que comenzaban las cenas y teníamos que abandonar la habitación y el hospital, por la hora. Vale mama, mañana venimos, ahora cena , duerme, descansa y veras como te recuperas.
- UCI -
Llegamos a la casa, que por cierto yo no conocía, tampoco Rosa por supuesto. Luis había preparado una ensalada y unos filetes con patatas, de cena. Le presente a Rosa y todo perfecto. En la sobremesa hablamos de Azucena. El decía que desde la otra vez no había levantado cabeza. Rosa como medico, dijo que ella no la vio muy bien. Al día siguiente fuimos al Hospital los tres juntos. Y ¡ Sorpresa ! Le habían quitado el oxigeno de las narices, estaba desayunando y nos recibió contenta y sonriendo. Le dijeron que estaba mejor, pero que tenia que estar unos días en observación. Rosa flipaba, todos estábamos sorprendidos. Así las cosas le dije que me alegraba y que regresaba de nuevo a Bilbao. Iros tu no te preocupes y además tienes que trabajar, estos días son de mucho movimiento. Gracias mama. Y así lo hicimos. Mi madre en el hospital de esa guisa y que a mi no me apetecía quedarme a pasar la noche vieja con el que fue mi torturador fue la causa de mi marcha. Ya de camino Rosa me dijo, tu madre esta muy mal aunque la hayamos visto bien. Su color de cara no me gustaba. Ya, le conteste, pero fíjate de ayer a hoy, parecía otra. Llegamos cansadísimos cerca de la once de la noche y nos metimos enseguida a la cama. Pasamos de la Nochevieja y de todo. Al rato, suena el teléfono y antes de levantar el auricular Rosa y yo cruzamos la mirada, presagiábamos lo peor y efectivamente así fue: Manolo, tu madre ha empeorado de repente a media tarde, esta muy grave, los médicos le dan horas, se esta muriendo. Sentí pena por Azucena, había vivido por unas horas mientras estábamos en el hospital el Canto del Cisne
- El día de Año Nuevo de 1991 fallece Azucena a los 65 años -
La mujer que me trajo al mundo
Me levante, Rosa hizo de ademan de hacer lo mismo pero le dije que no, que prefería ir solo y que además tendría que quedarme unos días posiblemente. Me duche, me tome un café solo doble y de nuevo otras siete horas al volante. Tuve que parar dos veces a echar una cabezada, me dormía. Llegue al hospital, corrí a la habitación donde estaba pero no me dejaron entrar. La pude ver a través de un cristal redondo que había en la puerta. Estaba tumbada pero apenas se veía su cara y su cuerpo, estaba entubada hasta las cejas esperando ya el ultimo latido. Diez minutos después falleció. Su losa humana, el hombre oscuro, ese mismo que le amargo la existencia en vida, lloró unos minutos. Mis lagrimas no tenían estímulos para llorar a una madre. Pero en la intimidad se desbordaron por Azucena. Por aquella señora, por aquella gran mujer. Luchadora y desprendida. De carácter alegre y con un gran corazón. El mismo que se la llevo por una insuficiencia cardiaca. Y tal vez por no haber encontrado otro, que la quisiera y la cuidara
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