LANBIDE / PORTUGALETE : " El lamentable servicio de una oficina a la deriva, con mujeres al frente "

Eran las 10:30 de la mañana cuando entraba en las oficinas de Lanbide en Portugalete. Estaban en espera unas 20 personas, cogí mi numero, que ahora es para todo lo que vayas a consultar. Tenia el 50 y supuse que pasaría pronto, estaba en el 45 y tan solo iba a entregar el justificante de pago de alquiler. En la entrada estaba una mujer atendiendo, pero mas al fondo, no parecía haber nadie. También estaba una mujer que lleva mucho tiempo y que "supuestamente" es una guardia jurado. Digo esto, porque tiene mesa para atender certificados y esta sentada como una mas. ¿ Trabaja para Lanbide, para la empresa de Seguridad o para las dos juntas ? tal vez lo sepamos algún día. El tiempo pasaba, la gente permanecíamos esperando. De repente una de las trabajadoras se prepara para marcharse mientras entran dos tranquilamente. Eran las 11 de la mañana, y supongo que venían de desayunar. Llegan y se ponen a charlar con la que salia mientras seguimos esperando. 

Me cabreo en alto y nadie me saca la cara o me apoya, pero me da igual, pasa siempre. Todos se mosquean por dentro pero luego no tienen huevos u ovarios a levantar la voz por lo que estábamos presenciando. A las 11:30 salia de las oficinas, después de hacerle unas preguntas a la trabajadora que me atendió. Le pregunte cuanta gente atendía la oficina, me dijo que 5 personas de cara al publico, dos estan de baja. y no se cuantas en la parte técnica. Pero nadie vio mas de tres o cuatro personas mas la segurata en una oficina que atiende los distritos de Portugalete y Abanto-Ciérvana. Le dije que no la culpo a ella, porque siempre voy a las cabezas gestoras. Esas que organizan y gestionan la empresa. Por eso me dio esta hoja de reclamaciones. La sentí como que depende de las quejas, que las cosas se arreglen. Y es que si nadie protesta, parece que todo va bien, que todo funciona. Nada mas lejos, por supuesto. Es el gran mal de este puñetero país, la gente habla en la barra del bar, pero todo se queda ahí, mas las de cientos de ciudadanos/as caerán en saco roto. Una vez mas se constata que no solo Lanbide es la mayor vergüenza del Gobierno Vasco, desde siempre, sino que ya no tiene remedio