BILBAO AÑOS 80 : ¿ Te acuerdas de Rosines la tienda de chuches en Pozas frente al Ziripot ?

Cuando comencé a trabajar allá por los años 80 en la apertura de la Taberna Ziripot en la esquina de Pozas con Dr Areilza, la tienda de chuches ROSINES que estaba enfrente, llevaba muchísimo tiempo ya vendiendo golosinas a cientos de niños de Indautxu. Por eso, muchos niños y adolescentes de entonces se acordarán tal vez al leer esto.

¡ Suman casi dos siglos y mira que guapos ! 

Lo regentaba un matrimonio, pero generalmente era él quien estaba detrás del mostrador. Era más bien bajito, con una pronunciada calvicie y de vez en cuando algo de malas pulgas. Tanto si estaba en la puerta viendo el mundo pasar, como cuando atendia, le veias con el cigarrillo casi consumido y casi apagado, colgando de la comisura de los labios. Ella tampoco era muy alta, pero disponía también de su parte proporcional de genio. Imagino que parte de ese carácter vendría por la locura de la gente chica con las que trataban a diario. Nunca supe sus nombres pero a los dos traté siempre con respeto y con cariño. Me gustaba esa parte de cascarrabias que desprendían y verlos siempre juntos. Fueron muchos los años que fuimos vecinos de trabajo, de calle, de vida de barrio, hasta que se jubilaron. No recuerdo el año que cerró definitivamente la tienda, pero si tengo en mi retina verlos siempre años después por cualquier rincón o calle de Bilbao caminando a paso ligero, independiente el uno del otro y otras de la mano. Los cogí el mismo cariño que sentían y mostraban ellos cuando nos cruzábamos, es recíproco. Siempre amables, siempre sonrientes, siempre interesándose como te va la vida.

" Estaba donde esta Gosoki o Jatera no recuerdo bien "

Estos dos últimos años no he andado mucho por la ciudad y hacía tiempo que no los veía pero el Sábado ocurrió a la altura de la Iglesia de los Jesuitas, en  Areilza. Estaban igual de juntos y algo mas pequeñitos. Les acompañaba una mujer fuerte y joven, que supuse era su cuidadora. También dos bastones que les ayudaban a caminar un poquito mas rapido y mas seguros posiblemente. Y como no, su misma sonrisa y su misma alegría al verles, al vernos. Coincidimos en los mismo " Que hacía mucho tiempo que no nos veíamos " y esta vez quise que el momento quedara grabado por primera vez y no se porque. Entre los dos suman ciento ochenta y seis años, casi dos siglos. Setenta y dos de vida en pareja y supongo que a estas alturas de la vida creo que ya solo esperas el último tren. Por mucho que permanezcas de pie en la estación y paseando cual guerreros, la llegada del convoy. Sea como sea quiero que este post sea un homenaje a estos seres humanos que un día formaron parte de mi vida. Al cariño, a la amistad tras el paso de los años ...