jueves, 15 de noviembre de 2018

LEKEITIO : " LAS NAVAJAS LLEGAN AL CORAZÓN DEL PUEBLO Y ROMPEN LA MAGIA ESPECIAL DE ESTE APARTADO Y TRANQUILO RINCÓN DE EUSKALHERRIA "

Todos y cada uno de los seres humanos que vivimos en Euskalherria desde que comenzaran las bombas y las balas, hemos vivido durante mucho tiempo con la sombra de la muerte y con ella misma. Llego un punto en el que ya no impresionaba acostarse o despertarse con la noticia de otra otro asesinato. Hoy, todo aquello resulta tan esperpentico que solo recordarlo me produce una vergüenza infinita pensando que me acostumbre a la tragedia. Tal vez como todos, o como muchos,no lo se. En aquella coyuntura yo tenia una cuadrilla de amigos/as de aventuras, viajes y quedadas de fin de semana. Pero sobre todo algún Domingo quedamos para dar una vuelta y comer en algún lugar. Nos movíamos por Gernika, Ondarroa, Ispaster, Marquina Mundaka, Bermeo, pero casi siempre acabábamos en Lekeitio. Nos encantaba su ambiente, sus playitas, su poteo.Y porque también había otros conocidos de Bilbao, lugar donde residíamos entonces. Pero sobre todo se respiraba un ambiente jatorra. Así le llamábamos a la buena onda entre la gente, a pesar de toda la convulsión política.

" EL ATAQUE MACHISTA DE UN INMIGRANTE A LA DERIVA ME HA ROTO LA NOSTALGIA Y LOS RECUERDOS DE ESTE RINCÓN DE EUSKADI "





Tuvimos la oportunidad de alquilar el caserío que se ve en la imagen. Estaba apenas a media docena de kilómetros del pueblo y a trescientos metros de una fabrica de ataúdes. Hoy creo que todavía permanece. A partir de entonces, cada fin de semana y en cualquier época,  allí estábamos, haciendo vida de pueblito cercano al mar. Estuvimos mas de doce años, no recuerdo exactamente, pero mas o menos. El ambiente político que se respiraba - sobre todo el definido y conocido como abertzale. era lo que mas se dejaba notar. Pero por encima de siglas y consignas, era en su mayoría gente con sentir nacionalista. En Lekeitio, como en tantos lugares de Euskalherria, la gente sobre todo ha sido asesinada por política. Ciudadanos de todas las ideologías y todas las condiciones sociales han sido abatidos por la sinrazón de las banderas. Y aquellos días llegaron a su fin. En poco tiempo, da la sensación de que todo aquello se ha diluido como un azucarillo al caer al agua. Es una sensación extraña, como si de repente la normalidad, lo cotidiano estuvieran huérfanos. El caserío ya comenzaba a tener menos inquilinos, la gente y la vida se fue moviendo y al final aquella aventura se acabó. Hoy aquellos amigos ya forman parte de la historia de mi vida, nunca mas volví a verlos por todas las razones posibles. Pero sobre todo porque así es eso que llaman la vida. También el pueblo se alejo cuando nos alejamos de el.




A principios de este año me acerque por nostalgia a dar una vuelta y aquel rincón marinero, ese que dicen, es el pueblo mas bonito de Bizkaia - no sin razón - ya no era el mismo. Tampoco su gente, ni aquel ambiente que parecía una cadena unida a pesar de las ideologías. Ahora como en tantos lugares de Euskadi y del Estado, el mundo es global. No se si es mejor o peor pero ya nunca sera aquel Lekeitio. Luego, llegaron los chinos, los africanos los vendedores ambulantes de bar en bar. Mas tarde comenzaron a llegar todos los demás. Incluso, españoles que a pesar de vivir en la peninsula nunca se acercaron cuando la  vida era mas dura  por estas latitudes. El miedo natural y la intoxicación informativa española era su barrera. Así, muchos vascos y vascas de todas las ideologías comenzaron a mezclarse y unirse. Hoy sus hijos adolescentes hablan euskara, castellano y su idioma, deje o dialecto, si lo tienen. Y además votan. Otros montaron sus negocios, pagan sus impuestos y son uno mas del pueblo y en muchos casos apreciados y queridos. Así los ciudadanos/as mas temprano que tarde se dieron cuenta que los nuevos tiempos había que asumirlos. Que una nueva Era estaba comenzando y la vida se desarrollaba en aquel rincón de Euskalherria tranquila y tolerante. Pero algo a cortado todo esto que te acabo de relatar. Hace unas semanas llega un inmigrante de Banglades, comienza a pulular sin rumbo por las calles y durmiendo donde nadie sabe. Un día apareció en la plaza del pueblo, mientras pasaba una pareja y decide agredir verbalmente a la chica, su acompañante le llama la atención y el inmigrante desestructurado se enfrenta y le envía grave al hospital tras asestarle varios navajazos con un cuchillo. Imagino la escena alarmente en un pueblo tranquilo y casi aislado, donde además  casi todos/as se conocen. Los gritos atrajeron a gente del pueblo y amigos y sin mas le dieron lo que no esta escrito. También lo enviaron a la UCI. Ahora, si este maldito bastardo malnacido muere, los autores de la paliza tendrán mas que un problema. 


No voy a justificar esto, porque no sería políticamente correcto, quedaría feo. Pero tampoco voy a ser falso, y tengo que decir que ya son demasiadas mujeres asesinadas, agredidas, maltradas a nuestro alrededor por estas escorias humanas, que inmigrantes o no, se creen con el derecho de agredir, robar o lo que sea. Por eso, entiendo perfectamente la reacción de la gente aunque la nueva moda de los buenistas y hacedores del bien me tache de racista, xenofobo y todo eso.. No se porque, pero esto que ha ocurrido en el pueblo me ha dejado con una enorme tristeza. Pero sobre todo, con la inquietante sensación de que pueda volver a pasar aquí o en cualquier otro lugar. Esos que por la razón que sea siempre han sido como lugares con algo especial. Como muy de nosotros/as, no se si me explico ...

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