Cualquier cuestión política comprometida con los nuevos tiempos en este país siempre tiene un candado insoldable, unos grilletes tan antiguos que mientras no los quitemos siempre serán un obstáculo para avanzar. Por supuesto me refiero a la Carta Magna y al Código Penal y lo mejor y mas sorprendente es que además esto lo saben todos/as. Claro que si estos dos libros se tocan hay piezas que podrían quedar al margen de la política e incluso la cárcel seria un destino seguro para algunos de los ponentes o participantes. Y claro, eso no mola nada. Pero necesariamente hay que sentarse mas temprano que tarde y comenzar a operar este cáncer que ya tiene una metástasis considerable. Y digo con urgencia porque la calle está que arde y además lo sorprendente es que ya no se necesitan siglas, ni consignas ni tampoco banderas. Una clara muestra de esto que digo la tenemos con los valientes pensionistas, con mas de un millón de mujeres el 8 de Marzo y con toda una sociedad que pone en cuestión las conclusiones del poder judicial ante "una decisión misojina proveniente de un Juez enfermo". Toda esa multitud camina a fuerza de vomito porque ya no aguanta tanta mentira, tanta hipocresía y tanto/a bastardo/a malnacido/a. Simplemente ha dicho basta con una fuerza que los dirigentes políticos deberían temer.
Por otra parte considero que al menos en este caso no deberíamos aplicar la historia referente a la clase trabajadora, sencillamente porque todo este movimiento social independiente es algo nuevo, fruto del hartazgo de la gente con sus políticos y el resultado de años de mentiras e intereses puramente partidistas. Los pensionistas lo dejan clarito todos los días : Ni partidos, Ni sindicatos y ahí están, presentes en cada informativo y en programas especiales en horario Prime Time. Y cuidadito porque son muchos y han demostrado que no hacen falta guías ni gurus para mover a una masa social que ahora mismo es capaz de poner en jake a todo un gobierno. Ahora se aprecian tiempos apasionantes en el horizonte y nadie sabe que va a pasar. Pero esta claro que se acercan nubarrones con mucha malicia y esa lluvia de quejas y protestas hará que todas las piezas del ajedrez se pongan en guardia, actúen y se pongan las pilas o al menos así debería ser. Pero solo si los partidos dejan de apostar entre ellos para ver quien la tiene mas dura y mas larga y bajan de una vez por todas a la tierra y se den cuenta que ya no valen las mentiras, las poses ni tampoco las palabras llenas de promesas. Los ciudadanos han dicho basta y creo que no hay nada mas que ver como están las calles en estos últimos meses. Hay mucha indignación y esto se nota y no te cuento nada si hablo de las redes sociales.
La advertencia social es clara y actualmente imparable y esto también lo tienen que saber los dirigentes políticos. Por eso hay que sentarse como sea y reformar o cambiar la Constitución y legislar un nuevo código penal adaptando ambos libros a los nuevos tiempos y a las nuevas realidades. Si no lo hacemos seguiremos colocando parches inútiles y aplicando leyes obsoletas con lenguajes caducados y conclusiones inmorales en los edictos. Es decir, seguiremos perdiendo el tiempo y fomentando la ira, la rabia y la impotencia hasta extremos demasiados peligrosos
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