No se si sera cierto eso de que hay que vivir las cosas para poder tener criterio sobre las mismas. Intuyo que si, porque cuando se viven experiencias los individuos crecen, forman su intelecto y su sabiduría sobre todo lo que pasa a su alrededor. Hoy me toca vivir una que me romperá el corazón, mañana acudiré a un centro veterinario a darle muerte a mi pequeña y adorable mascota. Son treinta gramos de Hamster, en eso se ha quedado Mitxubitxi, mi ratoncito del alma. Lleva a mi lado poco mas de tres años, según las estadísticas tienen una vida mas o menos de dos años y medio. Por lo tanto es ya muy anciano. Apenas anda, apenas come y veo como se va apagando su vida poco a poco y rompo a llorar como ahora mismo lo estoy haciendo. Se me parte el corazón recordando cuando se escapaba por la casa y aparecía cuando quería. Le grabe por la noche cuando saltaba a la jaula donde estaban las chicas. Tuvo 160 descendientes con cuatro de ellas y siempre asumió su papel responsable en el cuidado compartido de sus criaturas. Analizando este estado de tristeza que ahora me abate lo llevo al terreno humano y creo saber que me esta pasando. Afortunadamente no es una tara, sino un convencimiento pleno de no querer tener un final como el de mi mascota. No es justo, por eso antes de llegar a perder la vista, antes de no reconocer a nadie ni acordarme que significo en mi vida, dejar de comer, no poder moverte ni para darte la vuelta en la cama.. O lo que es todavía mas cruel...no saber quien eres. Antes de todo eso quiero irme, marcharme para siempre.
Me gustaría que me recordaras vital, sonriente y bromista. Cabronazo hasta la médula, golfo, canalla y siempre que me dejaron, buena gente. Tambien con una historia de idas y venidas, de golpes y barras de bar. Sencilla y llanamente una historia parecida a la tuya a la de todos. Porque cada uno de nosotros lleva en su mano izquierda o en su mano derecha, esa pequeña e inevitable maletita de agobios y problemas. No quiero que veas mi decritud porque no es necesario mostrar a alguien que ya no eres. Considero que ni tu ni yo nos lo merecemos. Me gustaría que me recordaras como quiero recordar a mi querido roedor aunque te duelan las vísceras por la impotencia de la partida. Este dolor que emana de lo estúpido de vivir de llegar hasta aquí y preguntarte ¿ para que ?. Y es verdad, tenemos fecha de caducidad, así lo decía el sabio " La muerte es lo mas solido que tiene la vida ". Y esto es lo triste, nacer para esto. Pasarte la vida intentando salir de los abismos del camino porque siempre siempre estarás plegado a las exigencias de vivir. Trabajar toda la vida para tener solo cosas. Esas mismas que se quedaran cuando te vayas. Tener, tener de todo y variado, en eso consiste la vaina. Todo, menos tiempo. Ese que cuando no se tiene se maldice en el canto de cisne y para entonces ya es demasiado tarde.
" Por esta vez, permite que comparta contigo mi tristeza.
Tal vez absurda o estúpida, pero es la mía en este momento "
PD : Estaba escribiendo sobre el protagonista y ha decidido marcharse hace unos momentos. Apenas han sido dos horas algo incómodo en su lugar de siempre mientras llegaba el momento. Pero ha muerto tranquilo y en el calor de una mano. Ahora sera enterrado junto a su compañera que murió hace un año mas o menos. En el tiesto donde yacerán los dos, germinara una flor todavía sin definir. Cuando esta vea la vida recordaré a mis queridos, diminutos y frágiles ratoncitos con una sonrisa y alguna lagrima furtiva. Y sentir todo esto dentro de mis venas,me gusta, me sienta bien.
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