El mundo del Ocio en todas sus formas ha cambiado. O para los que prefieran decir o pensar : ha evolucionado. Da igual, sea como sea las maneras de divertirnos es distinta. Ni mejor, ni peor. Por supuesto también la crisis económica nos ha llevado por delante muchas de las cosas que ahora ya no podemos llegar porque no hay pasta. Salir, tomar unos tragos para después cenar y tomar copas hasta la hora de la disco y una vez dentro alargar la noche hasta la madrugada ha pasado a la historia. Nuestro bolsillo o el de la gran mayoría ya no puede cubrir todo. Y mucho menos todos los fines de semana como antes. Ahora o se sale el Viernes o el Sábado, no hay para más, no hay opción. La ciudad de Lunes a Miércoles a partir de las nueve de la noche prácticamente comienza a quedarse vacía. Las calles de poteo mas conocidas se desertizan y a partir de la media noche es difícil ver seres humanos. Esta es la urbe en la que nos movemos en la actualidad. La crisis económica nos ha encerrado en casa y hemos tenido que adaptarnos a otras maneras de entretenernos. Quizás porque lo llevamos adherido a la piel o forma parte de nuestro ADN también nos gusta relacionarnos y necesitamos el contacto, la presencia real y salimos pero no tanto como nos gustaría. Tal vez por eso cuando lo hacemos nos transformamos y nos llevamos por delante todo lo que se mueve. Nos convertimos en depredadores de la noche escasa y rápida acompañados de toda una selección de productos químicos al alcance de nuestras humildes posibilidades. En ese momento de culmen es cuando ya perdemos el control y nos convertimos en demonios. Y en esto, no hay distinciones de raza, color o género.

Ahora resulta muy chocante ver que abren una carrocería, un taller mecánico, una carpintería o cualquier negocio que pueda producir ruido, humos o incomodidades a los ciudadanos etc. Poco a poco los polígonos industriales han copado las entradas o salidas de las ciudades y allí se concentran todo tipo de negocios. Algo que apenas hace 20 años no creíamos que tuviera futuro ahora resultan imprescindibles y en mi opinión, incluso cómodos. Bilbao es una ciudad pequeña, por esto mismo estamos a tiempo de que sea atractiva también en su ocio nocturno. Lo primero es analizar en profundidad el papel principal, la hostelería. Yo propongo que Los Jueves Viernes y Sábados Bares y restaurantes cierren y queden vacíos a las 12:30 de la madrugada. Este mismo horario también para los botellones callejeros. No se concederán mas licencias de apertura a Pub, Discotecas o Disco bares en la ciudad. Solo si se establecieran en Polígonos Industriales cercanos al núcleo urbano si los hubiere o en su caso pensar en construir uno donde recoja todo tipo de negocios relacionados con la hostelería y la diversión y que conllevaran subvenciones dirigidas a los nuevos emprendedores para su atractivo y su desarrollo. Y como no podía ser de otra manera, a los que decidieran trasladar allí sus negocios en funcionamiento. Asimismo y en ambos casos se asignaría transporte publico continuo las 24 horas. Ruta para el servicio de limpieza y por supuesto, vigilancia y control policial.
Continuará ...
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