Ayer fui invitado al teatro. Hacía mucho tiempo que no pisaba uno por diversas y personales circunstancias. Pero cuando me dijeron la obra en cartel que íbamos a presenciar, no lo pensé ni un segundo, acepte. Nada mas y nada menos que mi grupo favorito desde que los vi por vez primera hace muchos años : El Tricicle.
He visto en vivo una buena parte de sus obras y jamás me han defraudado. Ayer tampoco, aún sabiendo que lo que iba a presenciar era una selección comprimida de obras elegidas a través de Internet por los seguidores y usuarios. Además quería asistir a su retirada, al parecer esta gira es la del adiós. Se van merecidamente, pero nos dejan por fortuna su esencia en la palabra no pronunciada.Verlos en silencio era presenciar las cosas cotidianas que nos pasan a todos/as plasmadas en el escenario con la inteligente manera de invocarnos a la risa o la sonrisa, pero siempre con buena onda y mejores vibraciones. Ayer volvieron a conseguir que saliéramos del gran teatro Arriaga inyectados de adrenalina de la buena. Nos despedían los propios actores en la puerta. La mayoría de la gente de una edades diversas y prudentes apretó sus manos con una sonrisa. Muchos querían además dejar constancia fotográfica y gustosamente como siempre, se ofrecieron a ello. Yo en la despedida opte por darle la mano a Paco mientras le decía mirándole a los ojos algo emocionado : " Gracias por todos estos años y que tengáis una jubilación cojonuda. Os lo habéis ganado sin duda".
He visto en vivo una buena parte de sus obras y jamás me han defraudado. Ayer tampoco, aún sabiendo que lo que iba a presenciar era una selección comprimida de obras elegidas a través de Internet por los seguidores y usuarios. Además quería asistir a su retirada, al parecer esta gira es la del adiós. Se van merecidamente, pero nos dejan por fortuna su esencia en la palabra no pronunciada.Verlos en silencio era presenciar las cosas cotidianas que nos pasan a todos/as plasmadas en el escenario con la inteligente manera de invocarnos a la risa o la sonrisa, pero siempre con buena onda y mejores vibraciones. Ayer volvieron a conseguir que saliéramos del gran teatro Arriaga inyectados de adrenalina de la buena. Nos despedían los propios actores en la puerta. La mayoría de la gente de una edades diversas y prudentes apretó sus manos con una sonrisa. Muchos querían además dejar constancia fotográfica y gustosamente como siempre, se ofrecieron a ello. Yo en la despedida opte por darle la mano a Paco mientras le decía mirándole a los ojos algo emocionado : " Gracias por todos estos años y que tengáis una jubilación cojonuda. Os lo habéis ganado sin duda".
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