¿ IÑIGO URKULLU TENDRÍA QUE DIMITIR ?

La respuesta es si. Pero no ahora - que también - sino hace tiempo. La plañidera existencia de los nacionalistas de Urkullu siempre quejándose de todos los males a Madrid y dando consejos a todo el mundo sin que se los pidan, es una constante ante la falta de ideas y falta de una gestión eficaz. Con un gobierno basado en el despacho y la inanición mas absoluta e incapaz de resolver los problemas mas acuciantes como el desempleo, la vivienda, las empresas en crisis y las que se van por falta de dialogo, apoyos y proyectos. Así como la pobreza infantil y el gran paro existente en la juventud vasca, son suficientes argumentos y razones para ser cuestionado por su partido y por usted mismo si tiene dignidad política y altura de miras, en abandonar el cargo. Un Lehendakari frió, distante y sin carisma. Ausente de la calle y el pueblo. El mismo que ha llevado a Euskalherria a una deuda de mas de 10.000 millones de euros. Un agujero que tendremos que tapar sin contemplaciones, sin contar lo que vaya saliendo mientras tanto, no debería estar sentado ahí ni un minuto mas. Ese que ahora mismo tendría que estar cuestionado urgentemente por su partido ante el descalabro político que por segunda vez ha sufrido. Los ciudadan@s, los vascos y vascas a los que tanto aluden en sus intervenciones, de nuevo les castiga y les relega. Es otra advertencia a su gobierno y a su manera de gobernar. Y por supuesto ellos tanbién son vascos y vascas de todo y tipo y condición. Esos mismos que viven y trabajan en Euskadi. Ellos también existen y por supuesto puntúan como hemos podido comprobar una vez mas. Aunque no sean de esos vascos y vascas de batxoki, pueblo pesquero o sociedad gastronómica de siempre. Es decir, los amigotes, esos que conocemos como "los nuestros".

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Podemos arrasa en votos y en escaños al nacionalismo, al constitucionalismo, al socialismo centroderechaizquierdaprogresista, a los populares vascos y a la poca o mucha izquierda abertzale clásica y anclada. Aunque también estoy convencido que los mas abiertos o globales se han pasado al nuevo referente en el País Vasco. Por lo tanto un respeto a los casi 180.000 mil vascos y vascos, ciudadanos/as que han decidido libremente quien es la mejor representación de un nuevo tiempo para Euskalherria. Y lo han echo en votos y en escaños. El gobierno de Urkullu ha tenido cuatro años de ausencia. Y cuando le hemos visto ha sido con el guion de siempre. Con la cabeza pegada al atril y al folio. Casi sin pestañear y con la pompa y traje de un gobierno de pega que ha sido incapaz de cumplir ninguno de sus puntos de programa. Un gobierno que sigue manteniendo frentes abiertos con su policía. Con los sindicatos. Con alguna asociación de empresarios. Con la sanidad, educación Y por supuesto tampoco ha logrado avances importantes y de calado en su carisima puesta en escena sobre el asunto de la reconciliación y el fin de ETA. Su "buque insignia" de la legislatura casi concluida etc. Ni hay diálogos, ni hay acuerdos y tampoco parece haber gobierno. Pero Urkullu no dimitirá y ni tan siquiera será cuestionado por los suyos. Lanbide, Cabacas y un largo muestrario de casos, incluidos de corrupción muy graves en el seno del partido no han llevado a nadie a la dimisión. Por lo tanto el jefe mucho menos. Aunque mas temprano que tarde tendrán que reaccionar de alguna manera. A no ser que estén dispuestos a delegar todo el poder que han acaparado en todos estos años, lo cual dudo fervientemente. ¿ No se han parado a pensar que a veces da la sensación de que dentro del mundo nacionalista va impreso un código de silencio donde nadie cuestiona, nadie se mueve ?. Al menos esa es la impresión. Por lo tanto, solo sale en la foto el burukide superior a lanzar plegarias sobre lo vasco que somos y lo diferentes que nos vamos a sentir si seguimos los dictados de Sabino y Aguirre y aquí no pasa nada. O si, ya veremos.