El nacionalismo "socialdemócrata" del PNV y los restos de la izquierda radical nacionalista que están en esa cosa llamada Bildu han tenido su segundo aviso. El primero lo tuvieron en las municipales. Las caras de los primeros en la noche electoral lo decía todo a pesar de las medio sonrisas forzadas y los aplausos poco efusivos. El PNV ni por el forro se esperaba que Podemos arrasara. Y se equivocan de largo todos aquellos que piensen que no les afecta porque se trata de Elecciones en España y quieran contextualizarlo así. Bildu sin embargo es ya un proyecto en declive y el que no lo vea que se ponga gafas. La izquierda abertzale como tal no existe. Y la mayoría de los que todavía permanecen se han acomodado en los estamentos de poder y se han dedicado a marear perdices y esto sigue sin avanzar. Sin embargo por otra parte siento una gran tristeza porque en la IA de antaño hay gente que se lo ha currado y mucho. Y además en momentos muy difíciles. Gente muy valida que fueron apartados u obviados y que siguen ahí todavía. Otros como yo por ejemplo decidimos optar por cambiar y nos fuimos a Podemos y el resultado ahí está. Critiqué hasta la saciedad que al nacer Bildu con la fuerza que lo hizo pactara con la cuadrilla socialista que seguía llamando terroristas a la formación y que no defendiera con querellas a todos lo que pusimos el voto.
Y es que un pais que tiene un presidente y un equipo que son incapaces de hablar sin tener un guión escrito es de dudosa credibilidad. Un presidente que no esta tras un plasma pero no saca su culo del despacho del Palacio. Allí, día si día también, se pasa la vida dando premios, reconociendo labores, recibiendo visitas de embajadores y representantes de alguna firma, inaugurando cursos o recordando gudaris de hace doscientos años. Si no me creen vayan a la pagina del Gobierno Vasco ( IREKIA ) y suscríbanse a la agenda del Lehendakari. Solo le conocen en los batxokis, en las sociedades gastronómicas y en su casa. Es el presidente búnker. No pisa la calle y no pasa por la realidad de todos los pueblos ni escucha los problemas de la gente. Cada vez que le vemos, siempre el mismo semblante, la misma frialdad, el mismo traje negro, y por supuesto el guión de siempre. No digo que sea mala gente ni mucho menos, pero si la falta de carisma se confunde con ser un tío serio, vamos mal. Estoy convencido de que Podemos puede ser un vehículo muy importante para que en Euskadi se comience a construir país. Y estoy convencido de que mucha gente de la izquierda vasca de siempre tiene cabida y debería proyectar su esfuerzo en esta formación. O bien, que haya un golpe de estado en Bildu de aquellos que crean que hay que cambiar el mensaje y las formas de hacer las cosas. Refundarse con objetivos a corto plazo donde se reconozca la plurinacionalidad y la inclusión de un proyecto global de país. Y priorizar sobre todo a las personas. A todas las personas que ahora mismo también en Euskalherria siguen sin saber que sera de ellas y sus hijos si los tienen. No se puede seguir lanzando mensajes de países maravillosos que nadie me ha explicado todavía en que consiste pero que no se puede lograr porque Madrid nos pone zancadillas. Eso ya no cuela queridos. A las pruebas me remito.