Tenía dos "hámster - ruboroski" que ya murieron. Esta vez me incliné por otros dos macho y hembra como los anteriores, pero de los llamados " rusos". Dicen que son mas dóciles, mas juguetones y se dejan coger y acariciar. Y es cierto. Fueron comprados hace poco en un viaje de regreso de Andalucía. Son por lo tanto son : "ruso-malagueños". Cuando llegué a casa les puse en su nueva guarida. Un espacio amplio y divertido para ellos... Creo. A los pocos días ya estaban como Pedro por su casa. Tanto es así que " Mitxu " el macho y " Bitxu " la hembra lo celebraron con un buen polvo que duro casi media hora entre unas cosas y otras. Justo a la mañana siguiente Mitxu no estaba. Se había escapado. ¿ Pero como y por donde ? era mi constante. El "porque ? " era lo de menos y además obvio " está preso.
Mirando y revisando me di cuenta que una de las juntas estaba movida y esa podía ser la vía de escape. Me volví loco buscándolo por cada rincón de la estancia. Arrastrándome como una perra, incluso. Pero el muy cabroncete no se dejaba ver. Toda la jornada esperando a que diera señales de vida. Antes de la medianoche asomaba la cabeza por debajo del sofá. Me acerque poco a poco y se dejo capturar después de varios escarceos. Una vez dentro y arreglada la vía de escape respire tranquilo. Es un sinvivir no saber donde esta. Y lo que es peor, que pueda quedarse atrapado y palmar de la misma. Al día siguiente ¡¡ Oh Sorpresa ¡¡ había vuelto a escaparse. Pero esta vez ¿ Por donde ?. dándole vueltas solo cabía la posibilidad de que se subiera a algo cercano a la valla de metacrilato y de hay saltar al vacío. Pues nada, mientras esperaba su regreso, acerque todo el contenido de su vivienda hacia el centro y a esperar resultados: " si aparece". Llegó como siempre "cuando se le puso en las pelotillas". Y de nuevo le introduje en su casa a esperar si esta vez el problema de las huidas estaba resuelto. Al día siguiente ¡¡¡ Joder que cabrón, no puede ser ¡¡¡ . Se había vuelto a escapar. Descojonandome de la risa al girarme lo vi plantado cerca de una silla y esta vez le duro poco el cachondeo. Por eso cuando le pille y le agarre con cuidado por la parte de atrás del cuello se enfureció como un niño cuando le quitas algo suyo. Aún así fue para dentro. Como no paraba de correr de un sitio a otro y se colocaba a dos patas junto a la valla, intuí que algo estaba por pasar. Cogí la cámara y me dispuse a grabarle para poder determinar como se escapó esta ultima vez. Flipé gambas viéndole. El ruso se subía a la casa y cogiendo carrerilla se lanzaba al vacío. De esta manera se marchaba de fiesta. Así que no me queda otra que quitar todo aquello que sobresalga demasiado y esperar a que responda. Si ocurre algo nuevo, te lo contaré.
Y es que es la obsesión continua y un derecho del preso cuando se le priva de libertad "conseguirla cueste lo que cueste, e intentarlo una y otra vez. Lo que no cabe ninguna duda es que por algo los roedores son un elemento importantísimo de estudio para los científicos de la inteligencia y esas cosas de la mente. Mi hámster por ejemplo, es una prueba.
Mirando y revisando me di cuenta que una de las juntas estaba movida y esa podía ser la vía de escape. Me volví loco buscándolo por cada rincón de la estancia. Arrastrándome como una perra, incluso. Pero el muy cabroncete no se dejaba ver. Toda la jornada esperando a que diera señales de vida. Antes de la medianoche asomaba la cabeza por debajo del sofá. Me acerque poco a poco y se dejo capturar después de varios escarceos. Una vez dentro y arreglada la vía de escape respire tranquilo. Es un sinvivir no saber donde esta. Y lo que es peor, que pueda quedarse atrapado y palmar de la misma. Al día siguiente ¡¡ Oh Sorpresa ¡¡ había vuelto a escaparse. Pero esta vez ¿ Por donde ?. dándole vueltas solo cabía la posibilidad de que se subiera a algo cercano a la valla de metacrilato y de hay saltar al vacío. Pues nada, mientras esperaba su regreso, acerque todo el contenido de su vivienda hacia el centro y a esperar resultados: " si aparece". Llegó como siempre "cuando se le puso en las pelotillas". Y de nuevo le introduje en su casa a esperar si esta vez el problema de las huidas estaba resuelto. Al día siguiente ¡¡¡ Joder que cabrón, no puede ser ¡¡¡ . Se había vuelto a escapar. Descojonandome de la risa al girarme lo vi plantado cerca de una silla y esta vez le duro poco el cachondeo. Por eso cuando le pille y le agarre con cuidado por la parte de atrás del cuello se enfureció como un niño cuando le quitas algo suyo. Aún así fue para dentro. Como no paraba de correr de un sitio a otro y se colocaba a dos patas junto a la valla, intuí que algo estaba por pasar. Cogí la cámara y me dispuse a grabarle para poder determinar como se escapó esta ultima vez. Flipé gambas viéndole. El ruso se subía a la casa y cogiendo carrerilla se lanzaba al vacío. De esta manera se marchaba de fiesta. Así que no me queda otra que quitar todo aquello que sobresalga demasiado y esperar a que responda. Si ocurre algo nuevo, te lo contaré.
Y es que es la obsesión continua y un derecho del preso cuando se le priva de libertad "conseguirla cueste lo que cueste, e intentarlo una y otra vez. Lo que no cabe ninguna duda es que por algo los roedores son un elemento importantísimo de estudio para los científicos de la inteligencia y esas cosas de la mente. Mi hámster por ejemplo, es una prueba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Esté de acuerdo o no con lo que escribas, nunca te quitaré el derecho a expresarte como quieras sepas o puedas. Ese mismo respeto lo tengo conmigo. Si es para difamar o insultar NO sale. Gracias por venir...