Te conocía porque formaste parte de mi adolescencia televisiva. Despedías la programación nocturna después de anunciarnos lo del día siguiente. Eras en imagen televisiva lo que hoy es Sara Carbonero, un impacto. La cámara te comía y todos participábamos de esa bacanal imaginaria. Entonces te miraban todos, porque tu salías en la única caja tonta que existía cuando comenzaste. Y fueron muchos los años que formabas parte del salón de casa. Siempre con clase, siempre tu. Pero la vida se torció o quizás fuiste la instigadora. Solo tu sabes el porque. Esa razón de la sinrazón que casi nadie conoce, te llevo al abismo y el, te envió hacia fuera. Pero dejó su metástasis por encima de la piel y se comió tus esperanzas cuando querías coger el último tren. Tu coherencia y tu renuncia a tronos y clases así como las razones escondidas, hoy, te llevan de viaje. Un beso, gracias y hasta la vista Marisa.
miércoles, 11 de abril de 2012
Muere mi chica de ayer
Te conocía porque formaste parte de mi adolescencia televisiva. Despedías la programación nocturna después de anunciarnos lo del día siguiente. Eras en imagen televisiva lo que hoy es Sara Carbonero, un impacto. La cámara te comía y todos participábamos de esa bacanal imaginaria. Entonces te miraban todos, porque tu salías en la única caja tonta que existía cuando comenzaste. Y fueron muchos los años que formabas parte del salón de casa. Siempre con clase, siempre tu. Pero la vida se torció o quizás fuiste la instigadora. Solo tu sabes el porque. Esa razón de la sinrazón que casi nadie conoce, te llevo al abismo y el, te envió hacia fuera. Pero dejó su metástasis por encima de la piel y se comió tus esperanzas cuando querías coger el último tren. Tu coherencia y tu renuncia a tronos y clases así como las razones escondidas, hoy, te llevan de viaje. Un beso, gracias y hasta la vista Marisa.
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Una pena... todavía no era para morir.
ResponderEliminarAbrazo Imanol