El Maquillaje de Palacio

Proviene de un termino francés ( maquiller ) maquillar, utilizado frecuentemente en la jerga teatral en el siglo XIX. La palabra es moderna, el concepto es antiguo La palabra maquillaje dejó de ser utilizada únicamente en teatro y se generalizó, siendo utilizada en cualquier ámbito de la vida para indicar que a un rostro (o cualquier otra parte del cuerpo) se le ha aplicado un cosmético. 

Y esta palabra que sugerente resulta para los amantes del escondite o para todos aquellos bichos vivientes que tienen que disimular o ensalzar cualquier cosa El maquillaje resalta, amortigua, disimula e incluso tapa situaciones como la ira, la risa, la pena, la tristeza, la agonía, la soledad, la alegría… todo, con tan solo una diminuto dibujo o un sombreado Tan solo basta moldear tu cara en un instante con el pringue al uso.
 

Este sorprendente milagro después del rime a sido imprescindible hasta hace bien poco en las cloacas del estado para disimular los desmanes de los guardianes de lo público. También a formado parte de la elites para tapar agujeros de oro. Y es utilizado en nuestros días para casi todo. Y es precisamente aquí donde surge mi pregunta: ¿ Porque salió públicamente el Rey con el ojo morado ?

 Este que escribe al ser muy retorcido comienza a divagar posibilidades y salen a relucir varias cuestiones que no me caben en la cabezota. Se supone que sus majestades además de ayudantes de cámara, guarda-espaldas, servicio médico 24 horas y otra legión de sueldos absurdos, tiene entre su ejercito de "sirvientes" algun que otro asesor de imagen, algún que otro estilista, y algún que otro responsable de marketing y protocolo real, digo yo. Entonces… 

¿ Porque no se oculto ?

- o mejor expresado -

¿ Porque no se trato de disimular algo que en si es tan llamativo por estar situado en pleno centro del rostro como es un ojo ?
¿ Que se quiso transmitir de puertas para afuera ?

Las conjeturas pueden ser las que estas pensando posiblemente como yo. Y es que en Palacio a habido reparto de ostias o situaciones personales tan tensas que han podido desembocar en algún estado alterado de extrema violencia ante el desarrollo de los acontecimientos en el entorno y no tan afuera de la familia ocupa. Al fin y al cabo dicen que son de carne y hueso como tu y aquel. Y se supone que de ser así tienen la posibilidad de padecer los mismos síntomas ante los abismo no ?. La corona nunca tuvo ningún sentido bajo mi criterio. Ni tan siquiera en ese hipotético salvamento de sables un día de Febrero, donde las letras impresas manporreras del poder de aquellos días nos hicieran tratar de creer otra cosa. 

En Palacio la sospecha se agranda hacia la hija del Rey también esposa de Urdangarin, el chico callado, serio y padrazo y con pedigree alavés, a metido mano en la caja de todos en nombre de cualquier ONG sin ánimo de lucro, Hacienda lo a puesto en evidencia, los jueces en el punto de mira, y los ciudadanos quieren ya la cabeza de todos ellos y que se vayan. El Patriarca coronado ve que su vida se va desmoronando como la de todos y que aquellas cosas de Reyes, Palacios, Princesas y alfombras rojas ya solo tienen cabida en los cuentos ñoños y preparados a conciencia para la sumisión. 

Se acabo “mi señor”. Son demasiadas pruebas en contra de la inteligencia. Se ha mordido la mano del que da de comer en tiempos de miseria colectiva y eso tiene que tener el mayor de los repudios y mano dura y sin ambages a los inmorales. Estén a la altura que estén