Imagino que este fue el momento en que Azucena y el se conocieron, cuando regreso del exilio voluntario. Y por supuesto, en el negocio de ella. ¿ Donde si no ? . Y es que no podía ser de otra manera, no era una mujer como todas las mujeres convencionales. El local que regentaba la marcaba de lleno. Además trabajaba todos los días de cinco de la tarde a cuatro de la mañana, no tenia tiempo para nada. Azucena no tiene amigas, nunca las tuvo. Tampoco tenia una gran cultura, apenas fue al colegio dados los tiempos que se vivían. Tan solo la educación básica que pudieron darle sus padres en el poco tiempo que estuvo con ellos. Y como no podría ser de otra manera, el bagaje y la sabiduría que le dio la vida que eligió o tuvo que elegir. Que no es poco.
El tercer piso de esta casa en Ponferrada fue el que compro y donde vivió Azuzena
Pero eso si, tenia dinero, vivía bien y comía y vestía mejor. Le gustaba madrugar y lo primero que hacia es llevarse un Winston a la boca y prepararse un café. Tomaba cientos de cafés y fumaba otros tantos, a pesar del Asma crónico que padecía y de los consejos médicos. Me encantaba acompañarla cuando me pedía que fuera con ella de compras. Siempre quería lo mejor y cuando algo o alguien se la querían colar, no se cortaba ni media y ponía firme elegantemente al autor o autoras. Siempre acudía a los mismos sitios : Pescadería, carnicería, tiendas de ropa, joyería, perfumería etc. Y como siempre trataba de comprar lo mejor, cuando entraba por la puerta se les ponía a todos el signo del dólar en los ojos. Sus vicios, por decirlo de alguna manera, eran además del tabaco y el café, las joyas, comer bien, los perfumes y la ropa elegante. Por eso daba gusto verla cuando se arreglaba para ir a trabajar. Otra de sus características es que era una maniática de la limpieza, a veces algo exagerada. Pero claro, la casa y sus cosas brillaban siempre. Algo que detestaba hasta la saciedad es que hubiera alguna mosca rondando por la casa. Cuando veía alguna se lanzaba y las atacaba al momento, era de risa verla. Por cierto cuando señalaba, lo de comer bien es porque además de gustarle los buenos productos, cocinaba de la hostia. Y no es un tópico, de veras.
Imagen de Internet
Bien, pues ya conoces un poco mas en profundidad a las dos personas que van a ocupar los próximos capítulos. Los mas duros y los mas crueles, como te decía al principio de esta autobiografía. Momentos y circunstancias que no se las deseo a nadie, pero que estan ahí fuera. Estoy seguro que todo ese infierno del que hablo, ha forjado y curtido de alguna manera, al hombre que soy ahora mismo. Así que nada, te dejo porque estoy llegando y además de nervios me tiembla todo y no doy tecla con bola ...
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