lunes, 25 de enero de 2021

LA BREVE HISTORIA DE UN AUTENTICO HIJO DE PUTA : Capitulo 34

La semana se me pasó rapidísima, fue una toma de contacto con la nueva realidad muy fructífera y sorprendente. El pueblo no era muy grande, pero bajaba por un lado y subía por el otro, quedándome con todo. Un día mientras comíamos, le dije a Begoña que me gustaría acercarme hasta el supermercado a comprar algunas cosas, algo especial para invitarles por su acogida. Al principio me dijeron que mientras estuviera allí, no me preocupara de nada. Vamos a la tarde si quieres, que así aprovecho yo también a comprar jabón de lavadora, me contesto. Ese día lo tengo grabado. Fui por toda la tienda alucinando con el nombre de las cosas y sus precios al cambio : Durazno, los melocotones, frijoles, las alubias, palta, el aguacate y un largo etc. Llene el carro de vino, quesos, y todo tipo de delicatesen que me iba encontrando. Ese mismo carro en España hubiera costado mil pesetas. Allí dos veces menos, me salió por 250 pesos. ¡ Está tirado de precio! le dije a mi amiga !. Para los que vienen de vacaciones la vida es muy barata con pesetas, si. Pero te acabas de gastar en un momento lo que cobra un chileno medio, al mes. No sabia donde meterme ni la saliva que tragué. Tendría que controlar los gastos y de que manera. Y además, si llegara a trabajar imagino cual seria el sueldo y por supuesto lo tendría jodido para buscarme una vivienda. En casa de mi amiga tampoco podría estar siempre. Ese día puse los pies realmente en el Chile real. Y me di cuenta que posiblemente no seria fácil mi nueva vida.

A la noche, les prepare unas tortillas de patatas que junto a las cosas ricas que compre mas el vino, fue inolvidable. Les di las gracias por el favor de haberme recogido en su casa y ayudado en este nuevo comienzo, fue emocionante. Pero de repente me entro el primer bajón, ese que ya me advirtió German que tendría, a el le había pasado. Echas de menos todo : Amigos, la movida de los bares, los entornos y el como vivías de bien en tu país. Tu casa, tu tele, tu sofá bueno, tu cama buena, tu coche y tus diez mil pesetas en el bolsillo para gastar en lo que te diera la gana. Estaba comenzando a darle valor a las pequeñas y humildes cosas de la vida. Y estos estados anímicos me daban con mas fuerza cuando veía pasar aviones a lo alto. Los primeros dos meses fueron así de jodidos y mas cuando el cabroncete de German me vacilaba ¡ Mira otro avión que va para España, dile que pare !. La semana siguiente comencé a moverme y a preparar todo para ir a Santiago en busca de emisoras. Tenia una docena de copias de mi curriculum y otra mas de los cuatro programas que presentaba y que ofrecía para emitir. Y por supuesto, el listado de las principales emisoras de la ciudad: Pudahuel, Radio Cooperativa etc. Todas aquellas que no fueran exclusivamente musicales. Y hay surgió mi primera sorpresa, había cientos, lo cual hizo que mis expectativas fueran en aumento. Begoña, me voy a Santiago a entregar proyectos, volveré a la noche. Vale, me contesto. Y añadió, como te vas a mover si no conoces nada. Tengo una idea, le dije, ya te contare. Bien , no te pierdas que tengas suerte, me dijo desde la cocina. 



https://wikicharlie.cl/w/Historia_de_la_Radio_en_Chile

Primero cogí un colectivo hasta Talagante y de allí una Guagua hasta el centro de la ciudad, en la plaza de la estación. Eran autobuses pequeñitos y muy rápidos, donde te encontrabas a gente vendiendo helados de hielo o cantando. Toda mi vida, siempre he dado unas monedas a cualquiera que se estuviera buscando la vida en la calle. Lo de aquel país era un constante por eso debería de cortarme un poco, de momento. Sali del autobús y me dirigí a la parada de taxis. Aquello me flipo, muchos coches de los que estaban allí esperando viajeros, estaban llenos de golpes y abolladuras. Lo mas kafkiano, es que estaban super limpios lustrosos y brillantes. Luego supe que muchos no tenían seguro, eran caros, al igual que los autos nuevos y los talleres carroceros . No olvidaba que estaba en el chile donde el 80% de su gente era pobre. Los ricos vivían en Las Condes, la parte alta de la ciudad en todos lo sentidos y donde vivía el viejo dictador Pinochet. Me fui donde un taxista y le propuse un trato. Cuanto me cobras por estar a mi servicio todo el día, quiero ir a estas emisoras. Y acto seguido, le sugerí ¿ Trescientos pesos estaría bien ?. No hubo mas palabras, suba al coche. Comenzaba a tratar con la gente del país. El chileno/a , el nativo, es poco hablador y tímido por naturaleza. 

Con los españoles, tenían entonces una posición entre dos aguas. Las tranquilas, me consideraban un hermano por ser de la madre patria. Y las bravas,  ¿ A que cojones vinisteis huevearnos, a jodernos la vida ?. Así como yo siempre sentí ese aire de superioridad debido a mi condición de europeíto sin ser consciente, a ellos les notaba un complejo de inferioridad continuo. Hablo de la gente de calle la mas sencilla. Desde las doce de la mañana y hasta las siete de la tarde no se ni las emisoras que visite. Pero recuerdo las caras que ponían cuando les explicaba mis locos programas. Soy, para bien o para no tanto, muy vital  y efusivo. Hablaba rápido explicándoles que eso podría funcionar en su empresa. Y les señalé algo que en la radio de ese país no se hacia, publicidad grabada. La radio chilena daba la hora con el locutor en directo y los anuncios eran también hablados, sin música. Todo muy serio muy encorsetado, pero se hacia radio de verdad y sus voces agudas eran impresionantes. No me llamo absolutamente nadie en todo un mes. El mismo que había pasado escuchando cada día, emisora tras emisora. Sobre todo las que había visitado. Fueron mas de las que tenia apuntadas, tuve que hacer tres veces copias de la documentación que llevaba. La primera ostia y un bajón tremendo. Me dije: Mira el listo que se iba a comer el mundo. Es posible que me hubiera echo demasiadas ilusiones, es verdad.  Pero al fin y al cabo ¿ de que esta echa también la experiencia de vivir ?. Justo en ese momento que estaba dándole vueltas a todo y haciendo autocritica,  me dice German, tienes una llamada. ¿ De España ? le contesté.  No, es de una emisora. Me dio un vuelco el corazón y fui rápido. ¿ Dígame ?


Hola, he dado un vistazo a lo que me dejo hace unas semanas y a pesar de ver que seria una locura hacer estos programas aquí en Chile, podría ser una novedad importante. Y añadió: A los chilenos les gusta una radio mas tranquila mas pausada. Pero puede ser interesante ver que se puede hacer. Cuando dijo eso no me cabía una paja por el culo - como se suele decir - de lo que contento que me puse. Pero duro poco : ¿ Supongo que tiene residencia ? me dijo. Pues no, todavía no, apenas llevo un par de meses ¿ Hace falta para poder trabajar ?. Por supuesto, ahora usted puede estar tres meses como turista. Después si se quiere quedar otros tres meses, tiene que salir del país y volver a entrar. No le podría contratar, lo siento. De todas las maneras, si consigue establecerse , llámeme y volvemos a charlar. Me quede vacío, sin fuerza, rabioso y preguntándome porque no había pensado en nada de esto. Porque no pregunte a mi amiga y también porque ninguno me dijo nada sobre esta situación, que por supuesto lo complicaba todo. Pero aquella tarde estaba apunto de pasar algo que con el tiempo se fraguo. Frente a la tienda de mi amiga había una librería en  la que no había reparado nunca al pasar por allí. Y eso que lo había echo muchas veces. Se llamaba de BookPlace, tenia libros, novedades interesantes y material escolar. Entre sonriente dando buenos días en alto o mas alto de lo habitual en los nativos y eso llamo la atención de la dueña, que me contesto sorprendida y sonriente ¡ Hola, buenos días !. Era una chica, mas bien delgada no era un bellezón, pero su gafas le daban un aquel. Tenia mas o menos mi edad, era maja, habladora e ilustrada. Tampoco en aquel pueblo era un lugar donde había muchos extranjeros. Por eso cuando llegaba uno y además de España, estaban encantados preguntándote cosas de aquel país que muchos confesaban visitar algún día. Estuve un buen rato, tampoco tenia mucho que hacer y mucho menos con gente con la que hablar a otro nivel. Marcela, así se llamaba, tenia estudios, coche, tienda y vivía sola. Me hacia sentir bien porque entendía de que hablaba cuando le contaba algunas cosas de mi proyecto y de que era la primera vez que salía de mi país a buscarme la vida. 


Imágenes de Internet


Había encontrado un lugar para pasar el rato charlando de todo con alguien que te escuchaba y disfrutaba. A partir de ahí iba todos los días a dar una vuelta. A ella le gustaba, se entretenía y se reía mucho, decía que estaba loco por mi forma de hablar y expresarme. Pero no era la única que lo pensaba, mi carácter abierto y extrovertido chocaba mucho con sus costumbres. Nos hicimos buenos amigos y un día la invite a cenar, le dije que me llevara a cenar a un sitio donde preparan comida de la tierra. Me llevo a pocos kilómetros del pueblo, a un sitio donde no pueden ir la mayoría de los que vivían en la zona. Para mi no era caro, para ellos, impensable. Nos comimos entre los dos un Curanto, algo así como pollo, chorizos de varios tipos y costillas. Elaborado en un agujero bajo tierra con piedras tremendamente calientes encima ¡ Una pasada !.  Después pidió unos chupitos de Pisco: La bebida tradicional de Chile , un aguardiente de uva de 35 a 40 grados. Salimos tan bien puestitos y contentos que sin darnos cuenta estábamos a las puertas de un Motel cercano al pueblo. Desde ese día todo vuelve a dar un giro de 360 grados que dura hasta que regreso a España antes de acabar el año y a pesar de mi.

#LaBreveHistoriaDeUnAutenticoHijoDePuta

- MI VIDA EN CHILE EN 1994 -

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