Entre el programa diario y el que comenzamos el Domingo fue todo un éxito. Y por supuesto en la región del Maipú se hablaba del "español " ese que esta en la radio. Los meses pasaban y casi sin darme cuenta ya casi tenia que salir del país de nuevo, para volverá entrar. Esto ya me estaba jodiendo un poquito. Sin embargo German, el marido de mi amiga, me dijo que no saliera que tampoco pasaría nada. Eres de la madre patria, añadió. Claro, esto salía de la boca de un tío que junto a su mujer eran como muy a su bola. Podéis creer que tenían dos coches, una casa con taller de confección y cuatro trabajadoras y no tenían asegurado nada ?. Pues es cierto. No se, tal vez sea verdad que el calculo de probabilidades de que pase algo no sea tan real. Pero ¿ Y si pasa que ? le dije. Bueno, pues entonces ya se verá. En fin, cada una sabrá como manejar estas situaciones, si ocurren. O es que la sociedad de miedo nos lleva a ello, pero prefiero siempre hacer las cosas, que yo intuyo, estan bien echas. Aunque me equivoque. Trabajaba mucho preparando los programas. Sobre todo el de los Domingos. Tenia un montón de concursos y otras secciones. Además de un pequeño guion matrimonial que tenia que escribir para Jesica, la compañera del programa. También tenia ganas de pulular a mi aire, buscarme la vida yo solo. Marcela me había ayudado en todo, es verdad. Sin ella no hubiera sido posible nada de lo que hice allí. Si me marchaba, ella tendría la impresión de haberla utilizado. Cosa en la que no se hubiera equivocado, pero es que tampoco quería una relación seria. Y precisamente en eso se estaba convirtiendo o en algo parecido, por la otra parte. Además, ese tema se habló, pero claro, el roce hace el cariño y como dije en un anterior capitulo... Ella se pillo conmigo, mientras yo mostraba en asuntos de corazón una total indiferencia. Fui así toda mi vida. Pero pensaba mas en España que otra cosa, echaba muchísimo de menos Bilbao, mi barrio, mi gente. Estaba como en una nube que se movía y no me dejaba pensar claramente. Tenia mas contras que pros. Un día le conté a Marcela todos estos desajustes y contradicciones que estaba teniendo, porque se que me notaba mas callado de lo habitual. Su reflexión después de mis confesiones, fue la que fulmino todo y lo vi mas que claro. Vuelvo a España, pero pitando.
REGRESANDO A ESPAÑA
Mira, podríamos arreglar tu estancia si nos casamos o tenemos un hijo. Además, si las cosas no salieran bien con el tema de tu radio, podrías trabajar con mi padre. Tu has estado en hostelería y a el le vendría muy bien. En ese momento tuve una reacción rápida: Se me olvido decirte que hace una semana me llamó un amigo con el que hablo habitualmente. Sabia que estaba agusto y feliz porque las cosas estaban saliendo como quería. Pero también era sabedor de mi terrible nostalgia y siempre le pedía que si sabia de algún trabajo me lo hiciera saber. Me dijo que en su empresa, un periódico casi recién implantado en Euskadi, tenían pensado crear un departamento de suscripciones en el sector de la hostelería y que yo seria perfecto para ese trabajo. Tendría que estar Bilbao lo mas tardar en un mes y medio. En ese momento a Marcela se le cayeron todos los muros, fue como una losa. Aún así, trato de convencerme de que no me fuera justo cuando las cosas comenzaban a irme bien. Que lo de casarnos o tener un hijo era solo una opción, pero se podría pensar en otra cosa. Si antes lo tenia medio claro, ahora mi duende, mi ángel. Ese que siempre de alguna manera me ha guiado por la buena senda, me decía al oído que huyera, que me arrepentiría se me quedaba. No por ella, si no porque estaba realmente inseguro. Y si, le hice caso. Llame al colega y le dije que en dos semanas estaba allí. Hice otra llamada, esta vez, a la chica enfermera que se quedo en mi casa explicándole la situación. No hay problema, me señalo, apenas vengo, me he echado un rollete y paso casi toda la semana en su casa. Ese mismo día se lo dije a la dueña de la casa y estuvo deprimida hasta el día que fue a despedirme al aeropuerto. Llame a Begoña y German, pero estos no se sorprendieron, intuían que me podía mas la nostalgia que otra cosa y que tarde o temprano me marcharía. Sabían de lo que hablaba y de esas sensaciones. Al día siguiente hable con el director de la radio, con los compañeros y no daban crédito ¿ Te vas así, de repente ?. Les explique las razones y aunque las entendieron, les dio mucha penita, ya que los programas habían cuajado y estaban agusto conmigo. Yo también eche mis lagrimitas cuando se lo dije a los oyentes.
RADIO LÍDER
DESPEDIDA DE OYENTES
Ya en el aeropuerto y a pocos minutos de salir, la cara de Marcela me hizo sentir ser un cabrón. Era una mujer rota, llena de lagrimas de pena o decepción y maquillaje desfigurado. La abrace con todas mi fuerzas y solo le dije, gracias, eres una gran persona y una gran mujer, te recordaré siempre. Y me fui perdiéndome escaleras arriba hasta que entre en el avión. No mire para atrás, como en las películas, pero si dije adiós con mis manos, a través de la ventanilla mientras el avión comenzaba su marcha. Desde ese momento tenia mas de doce horas por delante para pensar en todo. Pero bastaron solo tres, para saber que a partir de ahora cuando llegara, tenía un nuevo reto. De momento comenzaba con apenas dinero, ya que ahora tres mil, serian mil. Pero el suficiente hasta mi primer sueldo ya que a los cuatro días de llegar ya estaba en faena. Cuando llegue a Bilbao después de la escala en Madrid, allí estaban la media docena de amigos y amigas de siempre y alguno mas. Lo primero que les llamo la atención fue mi delgadez y luego al escucharme hablar el acento chileno de cojones que traía, una semana después se me quito. Me pusieron al día de todas las cosas que habían pasado y pasaban tomando unos vinos, Mas tarde me acompañaron a casa, estaba roto del viaje. Y además al día siguiente tenia que madrugar para el asunto del trabajo y ponerme al día de cual iba a ser me cometido y como desarrollarlo. Me dijeron las horas, el sueldo y que dispondría de coche de empresa para mi labor.
#LaBreveHistoriaDeUnAutenticoHijoDePuta
- MI VIDA EN CHILE EN 1994 -
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