Talagante era un pueblo sin alicientes, un pueblo mas de la zona del Maipú. Una región de casas de madera de un solo piso, independientes, cercadas y con algo de jardín. Marcela vivía en una de ellas, estaba soltera y apenas había tenido relaciones con hombres. Para uno que tuvo le salió con un problema de eyaculación precoz y la cosa duró un par de meses. Tenia su tienda, su auto, un Renault 5 con el que se acercaba cada quince días a la ciudad para abastecer su librería. Una vida tranquila, en un entorno igual de relajado. Como eso de ir de bares como en España no era costumbre en el país, tuve que adaptarme sin mas remedio, a las fiestas comunitarias. Se juntan amigos y/o conocidos en una casa o fuera si hace buen tiempo y cada cual lleva algo para el asaíto como dicen, y eso aquí era ir de marcha o de fiesta. Para mi fue muy agobiante al principio y al final.
Después del día del Motel, visitamos media docena mas, es decir, nos habíamos liado descaradamente. Esos lugares eran muy curiosos, la mayoría estaban construidos en redondo con diez habitaciones mas o menos. A las suites se entraba desde el aparcamiento privado, escondido tras una puerta alta de bambú . Llegabas y la que estuviera abierta con luz verde, es que estaba libre, cuando el coche estaba dentro se cerraba y se encendía una luz exterior roja en señal de ocupado. Una vez dentro había una puertecita en la pared donde tu no veías a nadie. Apretabas un botón, se abría automáticamente y allí dejabas el coste de la habitación. No recuerdo cuanto, pero inmediatamente después se abría de nuevo y allí tenias una botella de champan, cuatro bombones, dos toallas y gel de ducha. Se cerraba y hasta mañana. Los lugares había que verlos, todo con un estilo muy americano y muy hortera. Camas en forma de corazones, espejos por toda la estancia y luces multicolores de neón o algo parecido, que hacían algo acogedor y tenebroso a su vez. A Marcela le había cambiado la vida un loco llegado de España, la había sacado de su rutina y además de flipar con las cosas e historias que le contaba, se reía como una descosida. Llevaba mucho tiempo sin estar con nadie en la cama y no parábamos de follar a todas horas. Si se envicio o ya venia viciada pero sin oportunidades, no tengo ni idea. Yo también estaba tiempo sin practicar y lo necesitaba casi mas que ella por todo el tute que me había dado en España. Tenia falta de costumbre lo echaba de menos, así que todos contentos. Un día me ofreció que fuera a su casa a vivir, sabia que llevaba unos meses en la de mi amiga y que yo andaba buscando algo. No me lo pensé dos veces y además egoístamente : Casa, coche y chica. Y todo sin pagar nada, salvo las cosas que compraba de vez en cuando para el comer diario. No tenia lujos, pero tenia lo necesario y así comenzamos a vivir juntos.
En el pueblo se supo a la semana, pero nadie decía nada. Cuando íbamos por la calle lo hacíamos como dos amigos, todo y todos éramos muy discretos. Ella se colgó de mi como una perra, pero yo jamás la dije te quiero, ni te amo, ni quiero salir contigo. Éramos dos seres compatibles en la soledad o el tedio y que nos vino de maravilla encontrarnos por razones y necesidades diferentes. Pero por dentro no me sentía cómodo conmigo mismo, no me apetecía sentir ni que se me relacionara con una relación de pareja, nunca la he querido. A las mujeres las he utilizado para llenar mi ego, mi autoestima y mi capacidad de seducción, sobre todo. También por supuesto, para cubrir mis necesidades sensoriales, es la pura verdad. Pero ojo, ninguna a sufrido daños amorosos, al menos yo no he tenido constancia de ello porque siempre fui muy sincero. Jamás ha salido por mi boca nada que no sintiera o pensara de verdad. Es cierto, las he utilizado de alguna manera, pero siempre he sido un señor con ellas en la calle y en la cama. He procurado que el tiempo dedicado, quedara en su memoria con algo mágico, placentero e inolvidable. La cuestión es que además lo conseguía, y ahora si me estoy echando piropos. Pero algo te puedo asegurar sin equivocarme, no creo que haya una sola mujer de las cientos con las que he podido estar, que hable mal o tenga una queja de mi. Siempre he procurado ser muy honesto para esto y para todo en la vida. Marcela sabia lo que había, porque así se lo hice saber desde el primer momento. No importa, mientras estemos agusto, sigamos así. Me contesto y por supuesto, así me lo tome. Una vez las cosas claras, me di cuenta que se me acababan los tres meses de turista y necesariamente tenia que salir del país. Lo mas cerca, Mendoza - Argentina, al otro lado de la Cordillera. Lo que paso en la frontera te lo cuento luego.
A mis amigos caseros les pareció bien la decisión, conocían a Marcela, la tenían como una chica muy maja y además la conocía todo el mundo y era muy respetada en el pueblo. Llevaba una semana en su casa y solo habíamos hablado de mi. Pero ahora háblame de ti ¿ Y que te voy a contar metida aquí en este pueblo de mierda ? me dijo. No se, háblame de tu familia por ejemplo. Pues soy hija única, mis padres viven a unas manzanas de aquí y las seis botillerías ( venta de licores y vinos ) que hay en el pueblo, son negocios propios de mi papa, eso es todo y efectivamente eso fue todo lo que me conto. Hacia tiempo que aquel pueblo la asfixiaba y sus intenciones era marcharse del país algún día. Tenia conocidos en Austria. Después de sincerarse, me di cuenta que llegue como caído del cielo a su monótona existencia y lo estaba aprovechando. Cosa que me parece muy justa y muy normal. Por supuesto, como no voy a señalar que conocerla me dio seguridad y una casa donde vivir. Y también, como no, me vino caído de arriba. Yo seguía con lo mío de la radio, pero no salía nada, así que me dije: Y si lo intento en la emisora local de Talagante ?. Le comente a Marcela se conocía a alguien allí, se rio, sutilmente diciéndome que si. ¿ Porque te ríes ? le dije. Porque resulta que el director es el novio precoz que tuve. ¿ No me me jodas ? le dije. Y ahí ya nos descojonamos los dos. Pero eso fue ya hace mucho tiempo, ahora somos buenos amigos. A la tarde cuando salga de la tienda coge tus cosas, vamos y te lo presento. La radio era muy sencilla, muy humilde pero tenia todo lo que hacia falta y además cubría parte de esa región que era muy extensa. Nos caímos bien el director y yo y le pareció buen idea. Después me presento a los otros cuatro locutores y con todos en general creo que hubo una buena onda. Pero claro, volvió a salir el europeíto que viene a enseñaros como se hacen las cosas. Eso, te juro que me reventaba por dentro, pero es que estaba a años luz de ellos. Suena pedante decirlo, lo se, pero es que había que vivirlo y sentirlo para comprenderlo medianamente. Que se yo, tal vez la ilusión por darme a conocer, por hacer algo que llamara la atención. O que posiblemente tuviera que mirar un poco mas en el cajón de las humildades, no lo se. Pero es lo que sentía a pesar de mi, en aquel país y en el contexto que vivía.
PROGRAMA
EL PAJARO LOCO
El programa estaba destinado a los Domingos por la tarde entre las 5 y las 8. Era de concursos y le llame El Pájaro Loco, el mismo que hacia en España. El día del estreno fue alucinante y bien acogido a pesar de algunos problemas que surgieron a la hora de comunicarme con el control. Ese día no tenia publicidad, pero al siguiente Domingo me hice con buena parte de ella en las tiendas y negocios del pueblo. Me llamaban el español cuando los oyentes se ponían en contacto, les gustaba una voz distinta en la radio y les divertía el programa. Las "ganancias de la publicidad " la repartimos entre la emisora y un servidor. Y a raíz de ahí en la empresa comenzaron las envidias. Alguno no debía de tragarme o digerirme. El era o se sentía la estrella de la radio antes de llegar yo. Presentaba un programa de rancheras y música chilena divertido, ameno y con muchas llamadas. El tío la verdad es que valía, tenia cara y mucho arrojo. Yo acababa de llegar como algo nuevo y es normal que al principio la gente te sintonizara mas, pero tampoco gustaba a todo el mundo como es lógico. La cosa es que la sangre no llego al rio y con el tiempo todo se adapto se suavizo y cada uno a lo suyo.
https://youtu.be/bKc9m7xfOyM
Mira el vídeo subiendo la Cordillera de los Andes
Imágenes de Internet
Llego el día, tengo que salir del país inmediatamente. Para ello tendré que coger un autobús desde Santiago y viajar durante cuatro horas carretera arriba a través de los Andes, hasta llegar a la cima donde esta la frontera. Luego ciento cincuenta kilómetros después y ya en Argentina, esta la ciudad de Mendoza. Pernoctar una noche y al día siguiente de regreso por el mismo camino pero con otros tres meses de estancia en Chile. Marcela decidió acompañarme, lo cual allí estábamos sentados en el autobús esperando la salida de las nueve de la mañana. A la hora en punto se puso en marcha, casi al momento una voz a través de los altavoces nos decía : ¡ Señores pasajeros, como ya saben, el viaje dura cuatro horas pero no podemos asegurar nada, ya que como ocurre siempre la nieve en lo alto de los Andes es imprevisible. Ahora el paso esta despejado, así que ojala tengamos suerte. Si no fuera posible regresamos de nuevo a Santiago...
#LaBreveHistoriaDeUnAutenticoHijoDePuta
- MI VIDA EN CHILE EN 1994 -
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