La escritora Lucia Etxebarría ha destacado la paradoja que supone "haber sido el más Grande siendo siempre Chiquito" y recuerda que tuvo una vida digna de novela, ya que "a los 60 años, después de toda una vida malviviendo como cantaor, le proponen como humorista para un programa de televisión. El productor no lo quiere, no lo entiende. Pero el director se empeña. Y el resto es historia".