martes, 24 de julio de 2012

O todo o nada, esa es la cuestión

Hace semanas que estaba buscando un espacio, un momento adecuado para escribir las cosas que siento e intuyo, pero cada vez que lo intentaba los acontecimientos en pleno desarrollo me instaban a esperar una tragedia nueva y no había manera de comenzar por algún sitio. Ahora tampoco ya que las cosas lejos de variar a mejor van empeorando cada vez mas.Tratare de establecer un toque de queda a mis impulsos y veré que puedo decir antes del caos.
Mientras escribo esto, una parte de culpa de lo que pasa se hace con mis números rojos y me demuestra que soy complice del mundo que tenemos en este preciso momento. Lo digo, porque siento la necesidad de sacar la mentira piadosa de la culpa y hacerla mía también. De no hacerlo, me estaría engañando y lo estaría haciendo también contigo.

Pertenezco a la generación "guay" ? o mejor expresado, a esa generación que se comía el mundo que apostaba mas por hacer el amor que condenaba la guerra, corría delante de los grises y se emocionaba escuchando cantautores que hablaban de un mundo nuevo, mas justo, mas solidario.
De esos hombres y mujeres que apostaban fuerte después de un tiempo de palabras censuradas y calabozos a doc. De esos hombres y mujeres que apostaban por la igualdad y el respeto entre seres humanos de distinto sexo, color y/o raza. De esos que un día apostaban por la vida verde, el equilibrio del mar, la capa de ozono y las nucleares. De los que soñaban con un mundo nuevo y distinto y como auténticos kamikazes caímos en la trampa que tantas veces destruíamos. Nos pudo el poder. Nos conquisto el alegre paseo por el mundo del consumo y con él la necesidad de ser los mejores para tener mas y mejor que aquel.

Y mientras escuchábamos a Dylan decirnos que las respuestas están en el viento, comenzamos a perseguir huracanes de grandeza y perdimos la brújula. Desde entonces asumimos que habíamos perdido la batalla y lejos de buscar al enemigo nos entregamos a el en cuerpo y alma y caímos en su red. Nada importaba salvo el ahora. Las tarjetas de crédito se convirtieron en la reyna de todas las fiestas. En las casa de citas se cambiaban los nombres por códigos en los recibos de importe para no detectar el desfalco o la infidelidad. Aceptabamos sin rubor, la plancha, la vajilla o los días en Cancún por pedir créditos de 3000 a seis meses vista. Caímos en el patíbulo de las marcas e inyectamos a nuestros vástagos la osadía de pedir aquello que era mas caro para estar al día con los tiempos.

Ante tanta locura, lejos de darnos cuenta eramos conscientes de todo ello y aún y así sucumbimos al patíbulo de los mercados que estaban llegando. Los que podían o no, compraban pisos de segunda  por 30 le cambiaban algunas luces, le daban una manita de pintura, arreglaban el picaporte del armario de los niños y al día siguiente trataban de venderlo por 50. Muchos lo hicieron y lejos de conformarse se convirtió en otro verdugo mas. Y un largo etc que ha llevado al punto donde estamos. Al punto donde esta ahora mismo la mayor parte del planeta.

Lo hemos hecho tremendamente mal teniendo todas las armas en nuestro poder y estas malas practicas se las hemos transmitido a las nuevas generaciones. A las que condenamos cualquier acción de protesta contra el modelo que les hemos inculcado. Hoy los jóvenes que tienen 25 años han vivido tiempos donde robar y llevarselo calentito era fácil. Como matar, maltratar o crear desde el "estado de derecho y democratico" fuerzas para policiales y grupos terroristas para destruir enemigos en nombre de Dios y la Ley. Entonces me pregunto ¿de que nos quejamos?. Seamos humildes y sinceros y hagamos también auto critica. Por ejemplo:

Las pasadas elecciones mas de 20 millones de personas votaron a los partidos que forman el bipartidismo tan aplaudido por los distintos e interesados oligopolios de la información del PP y PSOE y a sabiendas que ambos partidos se lo llevaron y todavía hoy y ahora mismo se lo siguen llevando mintiendo sin rubor y sin cortarse un pelo. Lo inmoral e injustificable es que una parte importantísima de los ciudadanos culeados les siguen dando su confianza traducida en un voto. De nuevo la responsabilidad es nuestra. Como lo es el continuo desfalco que cada día se sigue produciendo ante nuestros ojos ciegos y la narcótica dejadez que tenemos ante tales acontecimientos.

Estamos esperando a un Godot que nos salve, pero no existe salvación para tanto condenado. A la dentellada certera que nos mutile o no despierte de este sueño horrible que tan solo acaba de comenzar. Es difícil y absurdo hacer planes o hablar de futuro en un momento crucial para el planeta que habitamos. Se acabaron los tiempos donde el Norte se abastecía del Sur hasta la estenuacion en un inmoral saqueo en nombre de la paz y la lucha contra el hambre. Nadie sabe nada, y esto mismo crea inquietud, temor, una sensación de vacio y derrota. Sin embargo personalmente también creo que estoy (estamos ) viviendo momentos increibles. Como decía Silvio Rodriguez en su cancionero...

 La era está pariendo un corazón,
no puede más, se muere de dolor
y hay que acudir corriendo
pues se cae el porvenir
en cualquier selva del mundo,
en cualquier calle.

viernes, 13 de julio de 2012

Y ahora : ajo y agua en azul

La España mediocre votó a la derecha, y el mapa se tiñó de azul,el PP ganó las elecciónes. Una vez mas solo se hablaba de dos partidos. Una vez mas las dos Españas. Y así desde que surgió practicamente lo que ellos/as llaman "democracia ". Cuando el ciego anterior que habitaba en Moncloa no veía venir al lobo, el lobo interior venia devorando las entrañas desde hacía mucho tiempo. Este saqueo institucional convertido en deporte nacional ha sido y ha facilitado  que esta descomposición moral  y ecónomica llegara incluso hasta la Corona. 


Pero lo que raya todas las pusilánimes cuestiones morales es que en medió de esta destrucción, se lo siguen llevando. No voy a utilizar ningún adjetivo, están todos dichos. Solo señalar que si hacen todo esto, es porque les dejamos, y no hay otra explicación. Y como lo combatimos ?... muy sencillo. Por ejemplo : En el bar, despotricando contra todo y todos. En el super despotricando contra todo y todos y así un largo etecetera de situaciones.

NO HACEMOS ABSOLUTAMENTE NADA 

Solo saldremos a la calle, cuando no podamos ir al bar o al super. Para entonces tampoco quedará nada porque nos habremos devorado a dentelladas buscando culpables